Estrellas lejanas, cuerpos celestes que fueron juntados por el destino, separados luego por razones más allá de ellos mismos, fuera de su control.
Porque a veces amar no es suficiente. A veces los secretos, la culpa, las mentiras, nos detienen y car...
Pensó mientras bajaba por las fotos guardadas en su celular, fotos de ella, lo único que tenía al estar tan lejos.
Hace unos días había recibido otro mensaje de amenaza sobre su cercanía con Jennie. Intentó no tomarle demasiada importancia. Su manager le insistió que probablemente era un fan patológicamente obsesionado con la castaña, y se había encargado de ir a hacer la denuncia correspondiente a la policía, pero no podía evitar sentirse preocupado, y más ahora que estaban tan lejos. Un psicópata acosando a Jennie definitivamente no era un escenario en el que pudiese estar tranquilo, y más considerando la foto que le habían tomado, más aún, la foto de ambos, un momento completamente íntimo, usada para asustarlo.
Faltaban menos de 2 horas para el concierto y ya habían hecho el ensayo de práctica. Se sentía un poco culpable por no tener la energía que necesitaba, y quería, mostrar a Army, pero no podía evitarlo. Siempre se ponía así en estas fechas, y sabía perfectamente por qué.
12 de octubre de 2008, cuando ocurrió, cuando todo se fue a la mierda.
Lo recordaba como si hubiese pasado ayer. A tan solo un paso, estiraba la mano y sentía que lo tocaba.
El día que murió el padre de Jennie, cuando también murió una parte de él mismo, y, porque lo vio en sus ojos, de ella también.
La culpa lo perseguía a cada paso, a cada mirada, a cada respiro.
La imagen de ella con el corazón roto, tan clara como el agua, que le rompió el corazón también a él, que se lo seguía rompiendo cada vez que el recuerdo volvía para atormentarlo sin tregua.
Era ahora cuando más la necesitaba, como para asegurarse de que no se había desvanecido entre sus dedos 10 años atrás, cuando la vio rota en la iglesia. Para asegurarse de que la seguía teniendo a su lado, porque aunque no debería, no había nada más difícil que dejarla ir. El solo pensarlo le rompía el corazón en mil pedazos, y ya lo había vuelto a armar demasiadas veces, ¿podría ser capaz de hacerlo de nuevo?
Lo dudaba.
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Pasó los dedos por la imagen, como si pudiese atravesar la pantalla, acariciar su cabello, abrazarla, asegurarse de que era real y no un sueño.
La imagen de su padre en el suelo reapareció entre sus recuerdos por enésima vez, como intentando tomarlo de los hombros para hundirlo cada vez más en el abismo, sabiendo que lo único que lo detenía era la princesa que la vida le regaló, demasiado buena para él.
-Taehyung, ayu..da.
Si tan solo no hubiera arrancado, corriendo tan rápido como sus pequeñas piernas se lo permitieron, todo habría sido tan diferente.
-Jennie no te... lo perdonará mocoso de mierda... Ella nunca estará contigo después de esto. Todo es tu... culpa. Te voy a arruinar la... vida ¿¡ me escu...chas?! Te vas a arrepentir.
