La luz de la cocina se encendió en cuanto Isabelle apretó el interruptor al lado de la puerta, los dos muchachos que se mantenían a unos pasos detrás de ella ingresaron sentándose uno al lado del otro en la mesa de madera oscura que se encontraba en el medio.
Simón entrelazo sus manos jugando con ellas tratando de no sentirse intimidado por la mirada intensa que aquel atractivo rubio tenia puesta en él, Jace por su parte tenía un brazo recostado en la mesa mirando los movimientos nerviosos que el mundano hacía con sus manos , al aparecer era un costumbre que hacía con frecuencia.
-¿Cocinaras? – Simón dejo escapar un pequeño suspiro cuando noto que la atención de Jace se había desviado a la pelinegra que sacaba una pequeña olla de la nevera – Solo quiero recordarte que tus destrezas culinarias no...
-No cocinare– El rubio rio entre dientes cuando noto la pequeña sonrisa sarcástica de su Parabatai – Calentare la comida que Skyler preparo en la tarde – el rubio alzo su pulgar en aprobación
-Ella y Alec son los únicos que cocinan – informo dirigiendo nuevamente su mirada hacia el chico de anteojos – a mí no se me da mal pero prefiero evitar...
-Responsabilidades, ordenes, instrucciones – Isabelle interrumpió sonriéndole con diversión, El rubio entrecerró sus ojos
-Iba a decir que...olvídalo – movió su mano quitándole importancia haciendo reír a Simón – solo no comas nada que te prepare Izzy a menos que quieras una intoxicación alimentaria – señalo el rubio maravillado al escuchar otra risa del mundano.
Jace aún no sabía que era lo que le atraía de aquel joven mundano, sus ojos chocolate y su despeinado cabello castaño oscuro le daban un aspecto atractivo además de era totalmente opuesto a todos los hombre que el había conocido en su vida. Frunció el ceño cuando noto que parecía un tanto intimidado, el no nun...bueno si lucia intimidante algunas veces pero no quería que aquel chico lo viera de esa manera.
Suavizo su mirada relajando sus músculos, Simón noto aquello y volteo a verlo quedándose prendando por un momento.
-Al menos todos los que me quieren pretender que les gusta mi comida – refunfuño Isabelle desde su lugar en la cocina, sin notar que había interrumpido a ambos chicos
-Es precisamente porque te amo que te impido matar a alguien con tu comida. A la clave no le gustan los asesinos, Izzy – Respondió Jace despues de unos segundos, la pelinegra se separó de la cocina con una cuchara dispuesta a darle en la cabeza, pero Jace señalo a Simón y sonrió cuando Izzy se quedó congelada en su lugar – ah, ah, ah, tenemos un invitado Izzy – se volvió a mirar a Simón sonriéndole, la torpeza del mundano pareció dejar un momento su cuerpo, dejando que una suave sonrisa se escapara de sus labios
-Deja de decir tonterías y pon la mesa – Jace bufo pero igual se levantó de su silla dirigiéndose hacia el estante donde se encontraban los platos, no debía de enojar demasiado a Izzy a menos que quisiera una cuchara en su cabeza.
Isabelle acerco la olla a la mesa y comenzó a servir una cantidad promedio en cada plato, los tres se sentaron disfrutando de la pasta que Skyler había preparado. Los pensamientos de Isabelle no pudieron centrarse en la peliplata como lo había estaba pasando últimamente.
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