Aquella tarde Arthur había ido a pasar el rato con Kiku, y como este último había servido dos tazas de té japonés tenían para más que un simple rato. Hablaban sobre cosas triviales, pero el tema que más se tocaba era la descalificación de Inglaterra en el mundial.
Arthur estaba mal.
Durrufu!
—¡Mh! —exclamó, evitando que de la sorpresa y el nerviosismo se le escapara el té de las fauces— ¿Cómo- —tragó abruptamente— cómo lo sabes? —finalizó la pregunta alterado, dejando la taza en la mesita frente a ellos.
—El señor Francis lo hizo viral, Arthur —contestó Kiku dándole un pequeño sorbo al brebaje, tranquilo—; los mensajes, los audios de borracho y el video donde aparece usted golpeando a Kermit la rana maldiciendolo una y otra vez.
Durrufu!
Arthur se dio un golpe en la frente— Qué vergüenza... Maldita sea.
—Tiene suerte de que la sensación en estos momentos es Momo, porque sino no volvería a salir a la calle.
—¿Qui- ?
Durrufu!
—Holy sh-! For the Queen! ¿Qué es lo que quiere ese idiota? —espetó rabioso el inglés.
Kiku nuevamente apagó la pantalla del celular. Ni ignorandolo, ni poniéndolo en modo vibrador, ni apagandolo, ni tirándolo por la ventana lograba callar el constante timbre de whatsapp que le colocó al americano. Siempre conseguía continuar spamearlo hasta el cansancio, y no parecía llegar.
—Tiene que ver con Momo —suspiró, y al ver la cara de desentendido de Arthur decidió seguir—. Es una escultura, hecha por una artista de aquí, y desde que su foto se divulgó por internet Alfred le ha cogido pavor...
—¿A qué no le tiene miedo ese idiota? —murmuró Arthur para sí, poniendo los ojos en blanco.
—Él y México se han encargado de difundir pánico. Ahora hay un número que supuestamente es de Momo, y que anda por ahí asustando a la gente.
—Un pedazo de menso con el mismo ingenio que Alfred, seguro...
Y ahí llego esa conversación. Es verdad que ambos no son las personas más escépticas del mundo, el inglés cree en la brujería y el japonés en sus propias leyendas; y aunque Arthur dudó un poco y pensó en las posibilidades de que fuese real, Kiku estaba cien por ciento seguro de la veracidad del asunto. Si viene de Japón, él más que nadie está al tanto.
Rompiendo el silencio, el ringtone predeterminado de whatsapp hizo presencia. Kiku tomó su teléfono.
—Who?
—Watashi wa shiranai... —murmuró con la confusión en su mirada— Es un número desconocido, pero el prefijo es japonés.
—¿Y qué dice?
Kiku se dispuso a responder.
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+81 3-4510-2539 Konnichiwa babe ヽ(´▽｀)/
+81 3-4510-2539 ¿Te diviertes con Arthur Kirkland tomando el té?
Kiku Sumimasen, anatahadaredesu ka?
+81 3-4510-2539 Sólo mira mi foto ❤
❣
•Foto de perfil de +81 3-4510-2539•
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❣
K
iku Esto... No me da gracia.
+81 3-4510-2539 Bien. ¡Excelente! Porque no debería dartela.
Kiku Ya, mejor dígame quién es.
+81 3-4510-2539 Sé quién eres, Kiku Honda.
+81 3-4510-2539 Mejor dicho:
+81 3-4510-2539 Sé qué eres y qué representas.
Kiku ...
+81 3-4510-2539 3 minutos.
Kiku ¿Qué? ¿A qué te refieres?
+81 3-4510-2539 En dos Arthur Kirkland se irá, y uno después tú dejarás de valorar lo que te rodea.
+81 3-4510-2539 Otra vez →_→
+81 3-4510-2539 So, adivina quién va a tomar esa katana colgada en la pared, irá hacia su lindo perrito y la fusionará con él.
+81 3-4510-2539 Hacerla parte de su anatomía.
+81 3-4510-2539 Sin razón aparente.
✔✔
+81 3-4510-2539 ¡Adivinaste! ✨✨✨✨✨✨
+81 3-4510-2539 Creo que nos estamos entendiendo ✿✨❀
+81 3-4510-2539 Bueno, tengo que seguir jalando pelotas por ahí❤
+81 3-4510-2539 BAAAAAI besitox ❤❤
•+81 3-4510-2539 bloqueó a Kiku•
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Kiku se quedó congelado al leer los mensajes. Quizá Alfred no esté tan chiflado...
Y sus ojos se igualaron a los de Momo cuando escuchó que Arthur intentaba marcharse.
