Eri un sacoe' wea.

siete

Narra Sofía

-Flaca- alguien me toca la espalda- ¿Has visto a tú amiga?

-¿Quién quiere saber?- me giro para encontrarme con el Eduardo.

Conchemiabuela, Eduardo culiao.

-Yo- me sonríe- dime dónde está por fa.

Decirle que se fue o ayudar a mi amiga a pelarse, hum...

-Debe estar por la pista bailando- miro hacia donde está todo el mambo- a lo mejor está en el centro, pero ahí la dejé antes de salir- me río por darme cuenta que soy mala amiga.

-Gracias Sofi- me hace un cariño en el hombro y se va.

-Se le viene buena a la Nacha- me dice el Nicolás a mi lado.

-Sí.- tomo un sorbo de mi cerveza.

-¿Y nosotros por qué no vamos a bailar?- me mira coqueto.

-¿Querís bailar?- lo miro sorprendida.

-Sipo, en una de esas- se acerca a mi oído- ponen una lenta y repetimos la de la otra vez- dice tomándome de la mano y llevándome a la pista.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo en ese instante.

Mientras llegamos a la pista se escucha La correcta.

Esta canción a la Nacha y a mí nos encanta.

-Me encanta esta canción- le hablo cerca al Nico mientras me detengo en la pista de baile para, duh, bailar.

-Lo sé- dice hablándome al odio con su voz sensual y agarrándome de la mano.

Mami cómprame más calzones, creo que me moje.

Levantó mis brazos y los puso sobre su cuello, a los segundos sentí sus manos en mi cintura y con un poco de fuerza me apegó más a él.

Varias personas se alejaban de la pista y se van a la barra a buscar copete, y solo algunas parejas nos quedamos bailando, algunas parejas bien acarameladitas y a lo lejos diviso a una hueona igual que mi mejor amiga y pues claro, era ella bailando con el Eduardo.

-Sofí- el Nico llama mi atención- Pucha, sé que nos conocemos desde cabros chicos, que en vola nos criamos hasta juntos pero- agacho la cabeza- está más que claro que me gustai, me gustai desde esa vez que me escupiste en la ara por haberte tocado el poto, ahí me di cuenta de mis sentimientos por ti, aclaré totalmente mí mente, pensé en todo lo que vivimos juntos- sonrió- te juro que amo que seas espontanea, amo que siempre estés ahí cuando algo sale mal y seas tú quién me ayuda a subir mi ánimo, cuando estoy contigo me siento tan especial, tan único y eso es gracias a ti.- se quedó callado unos segundos y luego me miro con una sonrisa súper tierna.

Juro que en este momento en mi panza tengo miles de peos formándose.

-Sofi, te juro que si tú me dejas, yo te haré la chica más feliz de la ciudad, del país, del continente y si puedo, hasta del mundo- me toma de las manos y siento como de a poco mis cachetes se calientan- ¿Querís pololear conmigo?

Quedé en shock por unos segundos analizando todo lo que él me había dicho.

Le gustaba al Nico, hace dos años y yo que pensaba que lo de nosotros era puro huebeo, ósea pura calentura de su parte, pero nunca pensé que fuese algo importante para él.

-¿Sofi estai?- el Nico me hizo un gesto con su mano mientras sonreía divertido.

-Si- reaccioné- si quiero pololear contigo- me acerco hacia él para darle un beso.