veinte

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Entramos para poder ver alguna película en Netflix, estábamos los más jóvenes. Entre 15 y 23 años y los demás estaban afuera. Increíble que entre ambas familias hacemos 41, entre los hijos de mis tatas y los hijos de mis tíos. Familia culia grande. Obvio que sin contar a los pololes de mis primes que son como 3 nomas, porque como decimos con mi tía checha; "con anillo sino nada" kajskajs.

Ahora que lo pienso, lavé caleta de loza; 41 de platos bajos, platos de ensaldas, multiplica por 3 el servicio, las servilletas que doblé, los vasos, las copas. Caleta de hueas akjskajs.

Bueno, como decía, estamos algunos viendo "¿Qué le pasó a Lunes?"  y yo estoy recostada al lado de mi mono viendo la peli. Siento que esto es una de las mejores cosas que me han pasado, pero realmente no dejo de pensar en las miradas que tuve hoy con el Jorge en la mesa, eran como tiernas pero a la vez intensas, como que cada vez que nos mirábamos nos encontrábamos con la mirada. Fue algo heavy que realmente me dejó pensando en todo lo que me ha pasado con él.

Siempre que necesitaba algo ahí estaba él, en cada clase las risas, los coqueteos en los carretes sin darle importancia, obvio nunca nos hemos dado un beso fuera del beso en grupo skajskj, pero a pesar de todo eso mi mono siempre estuvo para mí y ha estado en todas. Últimamente por el Felipe...

No pienses en ese weón Nacha, no pienses en él. 

Es que como no pensar en él, sé que la cago pero yo aún no entiendo cómo o poqué chucha es así y se lo he dicho miles de veces a la Sofía. Igual me da rabia la weona, desde que está pololeando se olvida de que yo era su amiga, ya ni me llama, ni me habla, anda meta pensar en la pichula del Nico.

Respira... Relájate... Inhala y exhala...

Me levanté del sillón y los chicos ni estaban pescando la película, estaban hablando todo este rato y las únicas que la veían era la Jo y la Dani que tienen 15-17 años.

—¿A dónde vas?— me pregunta el Jorge llegando a mí— ¿Estás bien?

—Si, todo excelente— le sonrío— voy al patio, quiero aire puro

—¿Te acompaño?— me mira confundido

—No te preocupes, quédate aquí con los chicos, yo vuelvo en cinco

—Bueno, me llamas cualquier cosa— me da un besito en la frente y salgo de la casa al patio.

Me siento en las escaleras de la terraza y saco un cigarro.

Estoy fumando mucho, nervios hijos de puta.

En eso veo como alguien se sienta a mi lado y alzo la mirada, es mi papá e igual llega a mi lado con su cigarro. 

—¿Qué pasa mi pequeño cacahuate?— me sonríe tiernamente.

—¿Cómo te cayó el Jorge? Sinceramente

—Es un cabro agradable, para tener 21 me agradó el muchacho. Tiene buen tema de conversación, es chistoso, tiene buena educación y aparte tiene clara las cosas que quiere

—Sí...— miro hacia el cielo, está estrellado, hermoso como siempre.

—Mira, el Jorge es un buen cabro, pero no te dejes influenciar por lo que piensen los demás...— sonríe sin mostrar los dientes— si lo quieres como amigo mantente así y no te sientas incómoda por cosas que pasan en tu cabeza, es normal el confundirse.

—Pero es que tampoco puedo hacerme la weona y hacer como que no se nada de sus sentimientos po papá—exclamo algo cansada

—Pero... ¿él te ha dicho que siente algo por ti o solo por lo que dicen tus tías y primas? Tu mamá me dijo que no te dejaba de ver en la mesa y lo encontró perfecto.

Eri un sacoe' wea.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora