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La expresión de Jungkook era su tan típico ceño fruncido acompañado de una mueca de confusión, y es que no entendía porque estaba sosteniendo esa cosa helada que se chorrea en sus manos, ¿que acaso Sun Hi con eso creía que recuperaría el brillo de sus ojos? esa chica o era tonta o estaba loca, aunque... quizá las dos.

-Oh, ¡come Jungkook! ¿qué acaso crees que se come con los ojos? -preguntó risueña.

Él la observó neutro, su rostro simplemente estaba "normal".

-¿Me podrías explicar por qué sostengo un helado?

Ella bufó y se preguntó si el chico era tonto o estaba loco y es que, ¡todo el mundo ama el helado!

-A ver, mírame a los ojos.

Él obedeció, ni siquiera entendía muy bien el porque le hacía caso a todo lo que ella le pedía, todo el camino hasta el carrito de helados se lo había cuestionado, no entendía nada, normalmente cuando alguien intentaba invadir su metro cuadrado simplemente se alejaba poniendo una escusa o diciendo su tan usado "quiero estar solo, permiso", pero con Sun Hi era diferente, claramente lo era, o si no, no estaría ahora sentado a su lado mirándola de frente directo a los ojos mientras sostenía en su mano derecha un helado de sabor frutilla, que por cierto, ni siquiera era su sabor favorito.

-Ni una pizca de felicidad...-murmuró más para ella que para Jungkook, aunque claro, él igual la escuchó.

-¿Y que pensabas? -bufó él- ¿Que con un helado seria feliz? -ella se sonrojó.

-Puede que sí...

-¡Pues que tonta! -Gruñó- ¿Qué acaso has olvidado que no soy un niño?

-Pero, ¿como yo tampoco soy una niña y me siento feliz al comer un helado? -atacó.

Él rió irónico, ella sintió fallecer, aunque esa no haya sido una risa completamente verdadera de igual manera sintió una corriente eléctrica recorrer su espina dorsal, casi botó su tan preciado helado de chocolate, o sea, casi murió.

-Oh Sun Hi, ahí está la diferencia...-. Se levantó de su asiento dejando caer su helado- tú te comportas como una niña, yo soy un hombre.

Sin decir más y dejando a una aturdida Sun Hi con la palabra en la boca dio media vuelta y comenzó a caminar con sus manos metidas en forma de puño en los bolsillos de su sudadera mientras se decía mil y un maldiciones por ser tan tonto y dejarse arrastrar por una niña en cuerpo de mujer.

Ella por su lado se sentía derrotada, ella solo quería ayudarlo, pero él al parecer no quería. Vale, era válido que tal vez la idea del helado le haya molestado por ser tan infantil, pero ella era así, no necesitaba de un castillo y joyas para ser feliz ya que se sentía bien con pequeñas cosas y detalles, al parecer él no pensaba así y eso la hizo sentir un poco decepcionada, pero aún así no se quedó sentada, levantó la vista del suelo, o más bien del helado que Jungkook había arrojado al piso y se puso de pie, logró divisar a su objetivo y con una sonrisa en el rostro comenzó a correr tras él.

-¡Detente ahí! -gritó ya estando tras de su objetivo- Por lo menos págame lo que gasté en tú helado. -si, con eso ella creía que él se detendría y... acertó, se detuvo.

Él sorprendido porque la chica no se rindiera giró sobre sus talones.

-Sun Hi... yo pagué los helados. -la observó levantando una ceja.

Ella se volvió a sonrojar y rió nerviosa.

-Yo, am... quería... tú... ah... -balbuceó, no sabía que decir.

Él rodó los ojos.

-¿Qué es lo que quieres Sun Hi?

-Yo... -suspiró.- yo quiero ayudarte.

-No.

-¿Qué?

-No quiero ni tú ayuda ni tú lástima, pero, gracias.-Volvió a girarse y comenzar a caminar.

Ella hizo un puchero a sus espaldas y luego le sacó la lengua, okay... quizá sí era un poco infantil.

Tomó un poco de valor y corrió lo necesario hasta llegar al frente de Jungkook, él detuvo su paso asustado por su rápida aparición.

-¿¡Qué es lo que quieres ahora mujer!?

-Ayudarte.

-Yo no recuerdo haber pedido tú ayuda. -contestó serio.

-Y yo no recuerdo haberte preguntado si la querías.

Touché, pensó mientras se cruzaba de brazos y la observaba.

-¿Por qué quieres ayudarme? ¿a que viene de pronto este interés hacia mi?

Ella pensó sus palabras, no quería parecer una entrometida, pero tampoco alguien débil.

-Llueve.

-¿Qué? -Observó el cielo- Sun Hi, ¿estás loca? no llueve. -apuntó el cielo.

Ella rió y negó.

-Tú, tú eres lluvia.

Él la observó sorprendido, ¿cuántas veces se había sorprendido ese día?

-¿A qué te refieres con eso? -preguntó curioso.

-Sufres y lloras, ¿cierto? -él bajó su mirada, ella suspiró al notar que había dado en el clavo-. Eres como un día gris, hace frío y nieva y cuando eso pasa, las cosas se congelan, así está tú corazón ahora. -él levantó su vista, volviendo a los ojos de la joven-. Luego llueve y hay viento, tú lloras y te sientes sólo, te sientes frío, sin amor. Tú eres lluvia, ¿acaso no lo vez? lo único que necesitas es encontrar el sol para que tus días grises desaparezcan y se conviertan en días soleados.

Analizó sus palabras, no era tan tonta como creía.

-¿Y como hago eso? ¿como busco el sol?

Ella sonrió alegre.

-Es ahí donde yo aparezco, no hace falta que pierdas tú tiempo buscando ya que aquí está tú sol. -Se señaló a ella misma-. Jungkook, yo detendré la lluvia. -comentó decidida.


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⏰ Última actualización: Jul 19, 2018 ⏰

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Solo Tú 《Jeon Jungkook》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora