Kirigiri-san...
Yo, después de que vos dejaras de respirar...
Una voz sonó por los parlantes.
Era Munakata; juro que nunca olvidare sus palabras...
"Naegi Makoto, ¿Descubriste la acción prohibida de Kirigiri Kyoko? ¿Ahora entiendes cuan inútiles son tus palabras? Es hora de ver cual esperanza es la correcta. La tuya o la mía."
No lo soporté, traté de mantener la compostura frente a Asahina y Mitarai. Me alejé de ellos, mientras caminaba hacia el lugar donde estaba Munakata. Caminaba, corría, estaba enojado, triste, destrozado.
Quería hacerle pagar por lo que te hizo, por lo que dijo, por todo.
Antes de morir dijiste que mis palabras se convirtieron en tu esperanza, las palabras de Munakata se convirtieron en mi desesperación.
Durante nuestra pelea una parte de mi quería hablar con él, pero lo que decía sobre ti, no lo pude soportar.
Golpeé su cabeza con el matafuego que tenia a mano, cuando cayó, pude haberme detenido, pero no, seguí y seguí y seguí y seguí y seguí golpeándolo.
Cuando escuché el grito de Asahina reaccioné.
Mis manos estaban manchadas, mi ropa salpicada y él irreconocible.
Me asusté de lo que hice.
¡Mate a una persona!
Empecé a gritar de lo aterrado y confundido que estaba.
Gritaba tu nombre, quería que me dijeras que lo que hice no era cierto.
Mi garganta dolía, pero, aun así, te llamaba. Para que aparecieras detrás de la puerta y me abrazaras.
No pude mantener la esperanza, no pude mantener mi esperanza.
"Pase lo que pase, nunca pierdas la esperanza"
Kyoko, la perdí, te perdí, tú eras mi esperanza.
Y por ello enloquecí, me desesperé y maté a alguien.
Maté a una persona por que perdí la esperanza.
Maté a una persona por que perdí mi esperanza.
Maté a una persona por que te perdí.
Maté a una persona perdí a la persona que mas amaba.
Maté a una persona por que perdí a Kyoko Kirigiri.
Maté a una persona por ti.
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Cartas para tu Inexistencia -Kyoko Kirigiri-
FanfictionEn un mundo donde ella no despertó. En un mundo donde la clase 77 los salvó, menos a ella. En un mundo donde él la amó y la sigue amando. En un mundo donde él no la superó. En un mundo donde su muerte quedó grabada con fuego en su memoria. En un mun...