En un mundo donde yo muero

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Antes que nada, quiero dedicarle este ultimo capitulo a dos lectoras estuvieron muy presentes en este Fan-Fic a lo largo de sus capítulos...

Dedicatoria: KaremMollinedo y Purplechan9












Una sala gris, una camilla inclinada, una jeringa, un cristal con las caras de sus amigos y familia. Makoto Naegi fue sentenciado a muerte por el asesinato de Kyosuke Munakata.

Su ejecución iba ser presenciada por sus amigos y su familia, quienes tristemente querían verle una vez más, antes que lo pongan a dormir eternamente.

Naegi no se resistió, voluntariamente caminó, acompañado por tres guardias, a la habitación donde su ejecución comenzaría y terminaría. Una muerte sin dolor alguno, un pinchazo que lo pondría a dormir. Se acostó en la camilla, lo amarraron a esta, y comenzó a moverse. Estaba en una posición casi vertical, y las cortinas se corren.

Hagakure miraba al piso.

Togami al frente, lo miraba a él, desaprobando esta acción. Nunca lo admitiría abiertamente, pero nunca quiso que las cosas terminaran así.

Asahina miraba la mesita metálica al lado de él, miraba la jeringuilla, su contenido. Estaba nerviosa y al borde del colapso. Su amigo desde hace años, aquel que la sacó de la desesperación, aquel con el que compartió bellos recuerdos y malos momentos a la vez. Iba a morir frente a sus ojos.

Fukawa sostenía un sobre mientras apretaba la mano de Komaru. La persona que admiraba por dentro por su irritante, pero a la vez inquebrantable positivismo y esperanza, ahora solo era un cuerpo con falsas sonrisas esperando encontrarse con su amada.

Y Komaru... la más difícil de ver, Naegi tuvo que reunir mucho valor para verla. Apretando la mano de su amiga Fukawa hasta dejarla colorada, con lágrimas asomándose por sus verdosos ojos. Estaba al borde del colapso, estaba a punto de perder al ultimo miembro de su familia restante. Su hermano mayor por un año, a quien atesoraba, desaparecería para siempre.

Tres personas consolaban a la pobre chica, Fukawa, Sonia Nevermind y Mahiru Koizumi. Así es, la ex­-desesperación fue a presenciar la muerte del joven a quienes le salvo la vida, quien los sacó de ese profundo pozo de desesperación.

Era doloroso verlo, para todos.

¿No era la vida demasiado injusta?

No solo le sacó a su amada, sino que también le sacarían la vida a él mismo.

¿Quién decidió esto? ¿Quien?

Este final...

Para esa persona...

Era desesperante.

No se lo merecía.

La puerta por donde antes había entrado la esperanza definitiva volvió a abrirse. Un joven mayor que él, cuyos ojos eran de diferentes colores, quien en su pasado lideró los remanentes de la desesperación, se dirigió al chico atado a la camilla.

-Hinata-kun...- Exclamó en voz baja- ¿Cómo has estado?

¿Cómo estaba él? ¿Por qué no se lo pregunta a si mismo?

Hinata le dio una tenue sonrisa y se acercó más a él.

-Naegi, tengo que preguntarte algo- El de ojos bicolor miro a unos de los enfermeros de la sala, para que apagara el audio que se transmitía en el otro lado del cristal. - ¿Cómo es que terminaste así? ¿Cuándo perdiste toda esperanza?

Cartas para tu Inexistencia -Kyoko Kirigiri-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora