Puedo darme cuenta exactamente del momento en el que ella nota mi presencia . Si la fuerza de nuestras miradas se manifestaran en algo tangible, ése local hubiera ardido en llamas.
Veo como su expresión cambiaba de la perplejidad absoluta a una terrible ira asesina.
Ella me encanta.
Saludo con una sonrisa y un guiño, haciendo que la apretada linea que forman sus labios se contraiga aún más. Oh... como amo molestarla...
Sé que probablemente más tarde me arrepienta mil veces de esta conducta acosadora nivel "Christian Grey", solo que no podía dejarla sola con él.
No mientras está viéndola de esa forma....
Ella se ríe de algo tonto que él ha dicho, haciendo que sus ojos brillen, que sus hoyuelos aparezcan y que cada célula de mi cuerpo reaccione. Su vestido rojo es terriblemente sexy, deja al descubierto más piel de la que me gustaría, sin embargo la hace ver como la preciosa chica que cualquiera estaría orgulloso de llevar en su brazo.
Sin embargo, ése no es su punto fuerte. Su encanto reside en la perfecta combinación que existe entre la poderosa mujer sexy y la inocente niña curiosa. Una mezcla explosiva que hace que más de uno en este maldito restaurante, se la quede viendo. Aún cuando están en sus propias malditas citas, como en mi caso.
Ella es simplemente perfecta y no tiene idea de ello.
Elisabeth Hanson no es consciente del poder que tiene sobre los hombres. Tengo que reconocer que el idiota de Ken tiene más dominio de sí mismo que la mayoría, nada en su expresión delata sus verdaderas intenciones.
Sin embargo, cada vez que lo veo mirándola puede verse en sus ojos eso...
Ésa llama, que sólo alguien que tiene vasta experiencia con las chicas como yo puede identificar: el más puro y perfecto deseo. ... Anhelo de algo más... Él no piensa conformarse con la simple amistad que Lissie está dispuesta a ofrecerle.
Sé que él no va a parar hasta que no tener un anillo sobre su dedo y tres críos en su falda. Puedo reconocer cada uno de esos sentimientos en su mirada, porque tristemente yo tengo los mismos cada vez que la veo...
Sólo que al menos él está luchando por hacerlos realidad, y yo estoy aquí sentado en la otra punta de restaurante, con una chica que no me atrae en lo más mínimo, observándola como un idiota obsesionado.
-Y.... ¿pido algo para beber?- pregunta mi cita mirándome interrogante. Luce algo molesta. Al parecer no es normal que alguien te invité a una cita y no te hable durante todo el transcurso de esta.
-Claro, por supuesto. Pide lo que quieras...- ¿Cómo rayos era su nombre?
La chica me dirige una mirada especulativa mientras el camarero toma su orden. Es más lista de lo que pensé en un principio. Durante un segundo me siento incómodo, no es su culpa. Ella sólo esperaba un revolcón de una noche, no una cita con Max Cady.
No obstante, parece haberse esforzado mucho en su aspecto, luce una especie de vestido verde muy ajustado, su cabello castaño suelto y una cantidad exorbitante de maquillaje facial. A cualquier otro podría resultarle muy bonita , sólo que a mí no. Ninguna es ella...
Ninguna produce la misma magia que ella ejerce en mi.
Sigo mirando Elizabeth disimuladamente. Tampoco quiero ofender de forma tan obvia a mi cita.
¡Gemma! ¿No era ese su nombre?
No logro que el tema me interese lo suficiente.
Vuelvo a Lissie.
ESTÁS LEYENDO
Dulces Recuerdos 🌈 (Secuela de Caramelos de Frutilla)
Teen FictionAlgunos años pasaron y las cosas han cambiado para nuestra dulce parejita del metro: Cuando Niall debe irse a la universidad Lissie toma una decisión que hará que ambos se alejen durante algunos años. ¿Qué pasará cuando el nuevo arquitecto de la emp...