8: Sufrimiento y descubrimiento

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-¿Por qué lloras?-le pregunte.

-Por lo mismo que tu lloras ahora-me apretó mas en su abrazo.

-¿Y por qué crees tu que estamos llorando?-le dije calmando mis lagrimas.

-El sufrimiento de la perdida de un ser querido-me dijo sorprendiéndome.

-¿Como lo sabes?-le pregunte sin quitar mi asombro.

-Puedo sentirlo.

-Pero...¿como?

-Algún día te lo explicare.

-Siempre me dices eso-me solté de su abrazo suavemente.

-Pero yo si cumplo y ese algún día creo que no sera muy lejano-dijo tomando mi mejilla y cubriéndome los ojos con una de sus manos.

No podía abrir los ojos aunque lo intentaba y de pronto empece a ver como mi vista bajo mis parpados se aclaraba un hermoso campo con pájaros, venados, conejos, ardillas y algunos otros animales y mire mis pies ahí estaban mi cuerpo también, mi rostro y Stalin estaba a lado sonriendo ante mi reacción positiva al ver tan hermoso campo...

-¿Y esto?-pregunte con confusión pero sonriendo.

-Es magia-dijo soltando después una pequeña carcajada.

-¡Ash! para ti todo es magia- le dije golpeando suavemente su hombro.

-Eso si es magia, bueno...¡ven!-me dijo tomando mi mano apresuradamente y sacándome del lindo campo volviéndome a la realidad.

Me llevo a la terraza de la casa y junto sus manos como estando en oración y las separaba lentamente y de ellas surgía un humo muy blanco que se extendía y el cerraba sus ojos fuertemente hasta que separo tanto sus manos y flexiono las piernas, me imagino que por la fuerza del humo en sus manos, tiro sus manos a los lados y yo cerré los ojos por la fuerza de ese humo...Cuando los abrí estaba en un salón muy grande con un techo muy alto como esos salones de los chinos en las películas...

-Te dije que ese algún día no seria muy lejano ¡eh!-dijo con una sonrisa tan complacida.

-Bueno ahora se que no mientes y...¿qué es este lugar?-dije dando una vuelta abriendo mis brazos y mirando el techo con cara de asombro.

-Nosotros nos somos magos, ni hechiceros, ni criaturas del mal, no somos nada de eso, simplemente nacemos así, no nos ponen nombre como raza y nuestro mundo tampoco tiene nombre.   

-¿Qué mundo es este, entonces?- dije quitándome un poco de calma de encima.

-Es un mundo que vive dentro del planeta Tierra pero solo podemos abrirlo aquellos que nacimos ahí y también podemos entrar solo los que nacimos aquí y los que no,necesitan un amuleto de un diente de jabalí de este mundo.

-¿Y yo?¿como demonios entre?-pregunte alterada agarrándole por los hombros.

-¿No los sabes? tu naciste aquí, tu madre nació aquí y tu padre tiene el amuleto de jabalí...

-Que significa esto...-dije, sentí como cada uno de mis músculos se desvanecían en un instante, como mis energías se agotaban, no sentí mis piernas y en un momento un golpe en mis rodillas y fue allí cuando me di cuenta que había caído al suelo y mi cara estaba tan tensa y fría...

Stalin inmediatamente se acerco a mi y se arrodillo, puso su mano bajo en mi mejilla.

-¿Estas bien?-dijo el preocupado.

-S...si-dije casi sin aliento mientras recuperaba mis fuerzas.

-¿segura?-dijo ayudándome a levantar del piso.

Imposible PosibilidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora