ALICE [ The eyes of the devil ]

Capítulo 24

—¿A donde me van a llevar?— pregunte.

—Tranquila Alice no te encerraremos en un manicomio como piensas—

—¿Y entonces?—

—Sólo quiero que hablemos ¿si?—

—No entiendo, ¿sobre que?—

—Sobre ti y tus sentimientos—

—Vaya, la loca de Enily ya le contó todo—

—No debés hablar así de tu madre, ella te ama mucho sabes que sufre mucho por tu indiferencia—

—¿Mi madre? Señor no quiero ser grosera pero esa mujer no es mi madre—

—¿Por que dices que no lo es?—

—Yo recuerdo a otra mujer—

—¿Caroline?—

—Si su nombre no lo sé—

—Bien si recuerdas a esa mujer ella es la que te rapto de tus padres. Alice te contaré tu historia de vida un poco resumida claro y tu me dirás que recuerdas y que no ¿estamos?—

—Si eso lo hace feliz esta bien— rode los ojos.

—Bien escucha con atención—

Asenti.

—Al momento de nacer estuviste en el hotel junto a tus padres ellos estaban muy felices. Mostró una fotografía en ella se encontraba sonriente James y Emily con una pequeña bebé en brazos.

Tragué en seco.

—¿Se supone que soy yo?—.

—No se supone Alice tu eres esa bebé—

—No recuerdo nada—

—Es imposible recordar cuando eras bebé pero te aseguro que recordarás tu niñez—.

Frunci el ceño.

—Tu creciste en el hotel Cortez en compañía de tu padre, Liz y Evers quién te cuidaban más qué a nada en el mundo. Eras como una pequeña joya para ellos—.

—¿Y mi madre?—

—Ella había muerto días después de que tu naciste—.

—¿Entonces es verdad? Usted sabe todo—

—Yo soy amigo de tu padre, fui un gran compañero de el asi que se todo de sus vidas—.

—¿También usted está muerto?—

—Para nada—. Río. —Sólo que conozco muy bien a la familia March—.

—Bien—

—Continuaré.....

Asenti algo confundida.

—Liz y Evers te atendían muy bien y no se diga de tu padre quién fue un excelente padre. Liz era quién te llevaba a la escuela cada mañana. Evers te preparaba el desayuno y todo lo qué tu quisieras. Tu padre te alistaba cada mañana para que fueras a la escuela, preparaba tu ropa, te cepillaba el cabello, te ayudaba en tus labores. En pocas palabras hacía todo por ti—.

Cerré mis ojos.

En mi mente vagaban algunos recuerdos.

—Princesa buenos dias—

—¡Papi!—

—Como esta la reina de este lugar—

—Bien por que te veo— lo abracé.