Me llamo Laura y es posible que muera hoy. Se me ha pasado tantas veces este pensamiento por la mente que ahora no sé muy bien qué hacer, qué decir, ni siquiera sé qué sentir. ¿Y si finalmente muriera hoy? No digo hoy, sino ahora en este preciso instante. ¿Cómo seria la vida sin mi? Y yo me respondo con un silencio perturbador.
Apenas soy capaz de moverme. Una fuerza bruta me aprieta las piernas y hace rato que la sangre debe de haber dejado de circular por mis extremidades. Abro los ojos con mucho cuidado. Desconozco si estoy consciente, en coma o a punto de morir. ¿Y si ya he muerto? ¿Es esto el infierno o lo que haya en la otra vida? ¿Es esto la otra vida? La angustia me bloquea el pecho y apenas me deja respirar. Quiero gritar, pero soy incapaz de emitir ningún sonido. Mis labios están secos, cubiertos de tierra y polvo. La lengua seca consigue humedecerse con una pequeña vena que pasa por el labio.La presión brutal es cada vez más insoportable y, además el cinturón de seguridad me aprieta el pecho y soy incapaz de liberarme de esta cinta que me a salvado la vida. Cuando logro quitármelo, sufro un fuerte golpe en la cabeza contra el suelo.
Un suspiro ha sido suficiente para este giro que ha descolocado mi vida por completo. Mi mundo se ha vuelto del revés en un solo segundo, en el instante en que mi coche salio despedido dando vueltas cuando intente esquivar a aquel pequeño animal -una liebre, quizás- que se cruzó en mitad de la carretera.
Multitud de imágenes se juntan en mi pensamiento en un especie de vídeo que reproduce sin piedad los instantes previos y posteriores al fuerte impacto. La angustia se me hace insoportable y noto cómo de mis ojos salen dos amplias lágrimas que van hacia mi boca.
Asumámoslo: Voy a morir. ¡Con todo lo que tenía por hacer! Y me muero justo ahora.No deja de ser extrañamente raro que me encuentre al borde de la muerte tras un accidente de coche cuando he estado convencida de que moriría en una catástrofe aérea desde que tuve aquel desagradable suceso inesperado. Hace años viví un aterrizaje de emergencia que me dejó con la fobia a volar, se transformó en un sueño frecuente que me ha acompañado durante décadas y sólo comenzó a dejar de ser frecuente cuando acudí a terapia, pero nunca desapareció por completo.
Un sueño basado en hechos reales que me persigue desde la adolescencia. Un sueño en el que nunca muero porque me despierto antes de que el avión se estrelle contra el suelo.
Uno nunca sabe cuál va a ser el avión de su vida. Se habla mucho de los trenes, que sólo pasan una vez y que has de coger por si no vuelven después. Pero nadie habla de los aviones que te elevan a 10.000 metros del suelo. Un aparato que te recuerda que puedes conseguir lo que te propongas. -estoy volando-, piensas. Y a la vez te hace sentir la facilidad absoluta. Porque esa máquina no cuenta contigo. Y lo que es mejor: no le importas.Soy miedosa por parte de padre. Para llamarse Valentín siempre ha sido bastante cobarde, la verdad. Quizá fue todo un juego de mis abuelos; una manera de reírse de él y del destino desde el principio. Yo no heredé de mi padre el nombre, pero sí el gen dominante de temblar por anticipado.
Superé aquel aterrizaje de emergencia que nobse estrellaba en el sueño, pero me quedaron las secuelas: el miedo y la vulnerabilidad constante. Y no aproveche aquella oportunidad que me estaba dando la vida para aprender.
Y ahora que ya no estoy soñando y que estoy a punto de morir, ahora que apenas logro ubicarme y que el dolor es más fuerte que el miedo, ahora me atormentan las imágenes. A mi mente llegan muchas ideas, de cosas que haría y aquellas que quedarían por hacer si muriera hoy.
Los te quieros mudos al aire, los abrazos huecos, los besos amargos, las caricias frías, las miradas de lejos que siempre quisieron notar el aliento.
Las conversaciones que dejaría pendientes.
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Olvide decirte te quiero
RomansaTras sufrir un terrible accidente de coche, en la difusa linea que separa la vida de la muerte, a Laura se le aparecen todas las palabras que se quedaron sin decir: palabras de amor, de perdón, de amistad, de reconocimiento.....Por su mente desfilar...