Capitulo 50

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Narra Harry:

Maneje hasta la casa de (tn), me preocupe ya que no fue a la escuela desde antier, y no había podido venir por los exámenes, si no se presenta parte de su calificación estará perdida… Al llegar a su casa toque varias veces la puerta pero no me abría, quise abrirla pero tenía llave, busque por cada ventana y si, la ventana de la cocina estaba abierta, así que la abrí y entre por ella con cuidado de no tirar ni romper nada, al entrar cerré la ventana y comencé a llamarla, pero no me respondía, busque en cada puerta de la planta baja, fui escaleras arriba y volví a llamarla pero tampoco respondió, comencé a preocuparme demasiado, abrí cada puerta y nada, entonces recordé el ático, tal vez estaría viendo las cosas de su familia que estaban ahí guardadas, entre a su cuarto y baje la puerta de madera de su techo, coloque la silla debajo de ella y trepe hacia el ático, mi nariz se lleno de polvo, comencé a estornudar una y otra vez, decidí sentarme hasta que se me pasara, me pare y la llame pero tampoco respondió, me encontré con una puerta, que nunca en mi vida había visto, la abrí y al entrar un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, tome aire y entre, ahí habían dos ventanas con vista hacia el frente, la habitación solo se alumbraba por las ventanas, había un gran espejo al pararme frente al espejo, la vi, estaba acostada en una cama, voltee rápidamente y me acerque a ella, la vi tendida, tan delicada y frágil, me senté a su lado y acaricie su rostro, estaba fría pero seguía igual de suave que siempre, al verla dormir tan tranquilamente una sonrisa se formo en mi rostro, carraspee mi garganta y me hinque frente a ella y la llame, pero no respondía, (tn) tenía el sueño muy pesado, pero no importa eso no le quita lo hermosa, moví su hombro pero tampoco respondía, comencé a asustarme un poco, la movía y la llamaba pero nada, toque su cuello y no sentía su pulso, rápidamente alce su muñeca y tampoco sentía su pulso, demonios, no… No Harry, tranquilízate, tal vez, esta muuuy dormida, si eso ha de ser. Comencé a llamarla de nuevo, seguía moviéndola pero nada, le gritaba su nombre una y otra vez, pero fue inútil no despertaba, mis ojos comenzaron a llenarse de agua, la acomode en mis brazos, la abrazaba fuertemente, rogando porque despertara, rogando para que abriera sus hermosos ojos y me viera d nuevo, pero no, su pecho ni siquiera subía ni bajaba, no pude contenerme más y las lagrimas comenzaron a salir, al moverla un poco un sobre amarillo pálido cayó al suelo, rápidamente lo tome y lo voltee, decía mi nombre, la acomode en la cama de nuevo y al abrir el sobre y comenzar a leer, juro, juro por Dios que quería morirme…

Ya casi se acabaaaa T-T

Battle Scars Novela de Liam Payne y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora