Capítulo XXI

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La noche finalmente había caído, el entrenamiento de ese día, a comparación del resto, no fue muy exigente. Todos estaban en sus habitaciones colocándose sus pijamas para ir al salón principal y comenzar con la pijamada.

La muchacha estaba saliendo del baño mientras veía como sus compañeros de cuarto estaban en medio de una pelea de almohadas, haciéndola reír. Con suerte aún no salían las plumas con lo fuerte que se pegaban. Eran brutos, incluso se tiraron sobre Valt aplastando al peliazul en el suelo entre risas los tres. Ella se unió también a las risas por lo que sucedía.

Tomaron sus almohadas y salieron al pasillo para ir a donde estaba el resto. Al hacerlo, se encontraron a Shasa y a Honey, que está última iba abrazada a su hermana y a su almohada. No tenía ganas de ir por el miedo que le había provocado su amigo. Kitt la tranquilizó diciéndole que él la cuidaría hasta que acabará, si era que duraban toda la noche.

Y finalmente llegaron. Admiraron como todos tomaban lugar en una ronda que estaban armando con sus almohadas. Todos sonriendo y emocionados por la pijamada.

—¡Esto se ve genial!— exclamó Valt mientras corría a donde se encontraba Silas sentado en el suelo. A un lado de él se sentó mientras invitaba a sus amigos.

Rantaro corrió hacia allí mientras que _____ se dirigía tranquilamente viendo hacia todos lados. No divisaba a Free desde la mañana. Se comenzaba a sentir mal, quizás se había vuelto a enojar por no haber sido específica con su respuesta. Suspiró pensando en escribir alguna otra nota para él disculpándose. Pero, antes de sentarse, sonrió mientras lo veía entrar, percatandose luego que solo estaba con sus pantalones y lo que tenía en su brazo, sin remera y sin zapatos. Eso provocó que se sonrojara.

—¡Yo al lado de Rantaro!— gritó Kitt mientras corría a sentarse al lado del nombrado con una sonrisa.

—¡Yo junto a Kitt y Shasa!— gritó Honey a la vez en que jalaba del brazo a su hermana para ir a sentarse.

—Entonces yo al lado de Shasa— dijo divertida la castaña clara al mismo tiempo en que tomaba asiento al lado de la nombrada con una sonrisa, haciendo que su sonrojo se fuese olvidando lo que habia visto.

—Pensaba que no vendrías— escuchó la voz de Free a la vez que se sentaba a un lado de ella con suma tranquilidad, con una de sus piernas estiradas y la otra doblada hacia arriba y recargado sobre sus brazos que estaba por detrás de su espalda.

Volteó su cabeza mientras que veía la sonrisa de lado del muchacho —¿Qui-quién lo diría?... E-estoy llena de sorpresas— dijo alzando la mirada con una sonrisa nerviosa, claro que lo estaba por como estaba el muchacho en esos momentos. Él sonrió mientras cerraba sus ojos.

Los minutos pasaban y ya estaban todos allí en ronda bajo una luz cálida de un foco, en el centro de la gran habitación. Estaban todos allí presentes, nadie se perdería la primera pijamada de BC Sol. Nadie hablaba, esperaban algo, pero no sabían qué o a quién. Todo era silencio, excepto alguno que otro susurro que había entre dos o tres chicos.

—Oigan...— la voz calmada de Free hizo que todos volteasen a verlo para que siguiera hablando. Tardó unos segundos y siguió —¿Qué tal si contamos historias de terror?— propuso.

La mayoría aceptaba esa opción, haciendo que la chica apretara con fuerza su almohada con una de sus manos. Estando separada de Valt y Rantaro, ya no se sentía tan valiente a todo eso. Sonreía, congelada, mirando fijamente el suelo y tragaba saliva un tanto asustada.

—Yo empiezo— dijo Stan mientras se incorporaba y se paraba al centro de la ronda.

La chica buscaba desesperada con la mirada a sus amigos que estaban prestando atención al blader que estaba en el centro. Su corazón latía un poco apurado por eso, odiaba las historias de terror y mucho más si era de noche con una luz cálida que no alumbraba hasta los rincones.

Su mano fue tomada por la del rubio, que había notado su estado. Ella miró sus manos y luego a la cara del chico un poco sonrojada, y veía como le dedicaba una de sus sonrisas.

—Tranquila... Yo te cuido— y se acercó un poco más a ella, eso hizo que su sonrojo subiera un poco más y dirigiera rápidamente su mirada a donde se encontraba el rubio de cabello corto que andaba pensando en alguna historia hasta que la consiguió.

—Esta historia se basa en hechos reales...— sonrió de una manera extraña para dar más miedo.

La chica se abrazó un poco más a su almohada, mientras que Free apoyaba su cabeza en el hombro de ella. No sabía que prefería, escuchar la historia de terror de Stan o estar así con Free. No sabía el por qué pero lo llegaba a dudar por su sonrojo.

Respiró hondo para tranquilizarse y sintió un ruido detrás de ellos. La única que se inmutó a eso fue ella, volteó un poco su cabeza para no molestar al rubio que aún seguia en la misma posición. Y divisó la figura de Trad en las sombras.

Se inquietó un poco más. Algo estaban planeando entre él, Christina y Free, lo sospechaba sin duda. Más la poca información que le otorgó Kitt, ni lo pensaba dos veces.

Y volteó su mirada hacia el que estaba en el centro que estaba por comenzar su historia. Volvió a respirar hondo mientras veía, sin mover la cabeza de su lugar, al chico que estaba apoyada en ella. No sabía el por qué, pero se sentía protegida por Free, luego le metería en cara a Rantaro y a Valt el que la dejaron "sola".

UN MISMO SENTIMIENTO |Free de la Hoya y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora