Capítulo II

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—Free es el capitán del equipo. Él no necesita hacer las pruebas para ver si queda o no, él es el mejor blader de todos los tiempos.

Decía animadamente el niño mientras veía acercarse a la chica que no dejaba de verlo concentrada en cada palabra que decía.

—Si es el mejor... ¡Yo pelearé primero contra él!— dijo Valt mientras se levantaba de la cama con los brazos alzados al cielo.

—No ¡Ese seré yo!— saltó el rubio

—¡Para nada! ¡Seré yo!— defendió su decisión el peliazul, pero fue interrumpido.

—Oigan muchachos...— dijo _____ seria mientras los hacia calmar —Ninguno será el primero, porque claro que... ¡Lo seré yo!— y tomó rumbo rápidamente hacia la puerta y comenzar a dirigirse al comedor.

Era seguida por sus amigos quienes reían y se quejaban por la gran desventaja que les quitaba. Era buena corriendo, por eso siempre hacia carreras para ver al final la expresión de sus compañeros.

Al llegar sonrió de costado, se detuvo lentamente y dirigió sus puños a su cadera mientras se daba vuelta a esperar a los chicos. Llegaron cansados, mientras que ella solamente reía un poco por como actuaban exageradamente, excepto Kitt el cual también se reía.

Se dirigieron a donde se encontraba la mujer mientras les dedicaba un "buenos día". Todos lo correspondieron. Pidieron para desayunar y se dirigieron a una mesa. La mayoría estaban ocupadas. Observaron una en la que sólo habían dos chicas de cabellos azul, una más grande que la otra. De inmediato se dirigieron hacia allí.

—¡Hola!— saludó Valt con ánimos mientras que las chicas elevaban la mirada a verlos.

—Hola— les devolvieron el saludo, la menor con una sonrisa y la mayor sin darle tanta importancia.

—Soy Valt Aoi, él Rantaro Kiyama y ella _____ Umari...— presentó olvidándose del más pequeño.

—Hola Honey— dijo sentándose con su bandeja a un lado de la niña. Lo miraron extrañados y la única que comprendió que eran amigos era la castaña clara. Y la niña le devolvió el saludo.

Los otros tres se sentaron a comer mientras que alguno que otro miembro volteaba a verlos. Todos pensaban que no eran fuertes y que los habían invitado por equivocación. A ellos no les importaba, pero a ella un poco. No le gustaba ser el centro de atención.

—Ignoralos...— escuchó la voz de la chica mayor, llamada Shasa, diciendo eso. La miró y asintió.

—Veo que no somos muchas mujeres por aquí...— continuó hablando _____ mientras comenzaba a comer su desayuno.

—No somos muchas, por suerte superamos el número cinco, creo— dijo sonriendo divertida.

—Ya veo— imitó esa sonrisa la chica.

De inmediato todo se quedó en silencio. Los tres amigos levantaron la mirada a ver qué pasaba igual que el resto. Todos estaban viendo un punto fijo.

—¿Qué sucede?...— susurró Valt mientras se paraba un poco a ver mejor.

—Acaba de entrar Free...— le respondió Kitt mientras intentaba localizarlo.

—¿Por qué todos están tan callados?— está vez fue el rubio que interrogó.

—Es porque es raro que venga en los tiempos libres por aquí...— volvió a responder el niño.

Y vieron como un chico rubio, que parecía decaído, pasaba a un lado de ellos, por la esquina de la mesa en la que se encontraba _____. Los que estaban sentados allí se quedaron viendolo con la boca un poco abierta. La chica se echó un poco hacia atrás y le susurró a Rantaro, ya que lo tenía al lado.

—Es el chico que vimos ayer...

Y su amigo asintió.

—¡¿Cómo que lo vieron ayer?!— exaltado, preguntó susurrando aún el peliazul mientras veía atónito a sus amigos.

—Cuando te fuiste con Kitt, nosotros volvimos y aquí mismo lo vimos...— le contó el rubio un poco molesto por lo que había preguntado.

El blader se acercó a donde se encontraba Ange, mientras que esta lo saludaba con una gran sonrisa, y el muchacho le pedía una fruta. La chef se negó a dársela ya que eso no era un desayuno completo. El rubio no contestó y ladeó un poco la cabeza. La mujer sonrió de lado y le extendió una manzana. Él le agradeció mientras comenzaba a alejarse de allí y se dirigía a la puerta para irse.

En todo momento nadie le sacó la mirada hasta que cerró la puerta. En ese mismo instante, los miembros comenzaron a hablar sobre él con entusiasmo dejando a los de la mesa de los amigos cayados sin saber que decir.

Entre los llegados se echaron una mirada rápida para volver a desayunar.

—¿No están sorprendidos luego de ver al mejor blader del mundo?— preguntó Honey mientras veía a los chicos.

—Pues... No lo aparentaba— dijo Rantaro sin darle importancia.

—Ustedes no parecen verdaderos bladers— dijo Kitt mientras hacía un movimiento de hombros.

—Yo creo que es bueno... Además debe ser más fuerte que Shu— habló _____ dando su opinión.

—¿Quién es?— preguntó Shasa mientras veía a la chica.

—Un buen amigo nuestro— sonrió la castaña clara.

—Es el mejor blader que conocemos— agregó el peliazul mientras terminaba su desayuno con una sonrisa.

Y así fueron acabando el resto, uno por uno. Cuando la mayoría de los que habían acabado en la cafetería, desde una esquina, un parlante, decían que debían presentarse al gimnacio para comenzar con las pruebas. Valt daba saltos emocionado haciendo que sus dos amigos volteasen a ver a otro lado ya que llamaba la atención de varios de los presentes.

Se levantaron de sus lugares y tomaron rumbo hacia el lugar acordado. Al llegar, divisaron al muchacho de hace unos minutos, de la misma forma en la que había estado antes e ignorando a todos, no por mucho tiempo.

UN MISMO SENTIMIENTO |Free de la Hoya y tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora