V

417 30 0
                                    

❝Sentido...❞
[Recuerda todo esos sentimientos, aunque no recuerdes de quienes sin]

Tate observaba a Sam dormir, cuando atras de él, ella apareció, Tate sintió su presencia, pero no le dio importancia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tate observaba a Sam dormir, cuando atras de él, ella apareció, Tate sintió su presencia, pero no le dio importancia.

—Alejate de ella —dijo ella.

—No.

—Le haras daño, haras que muera. Porque así eres tú. Tu haces daño, Tate.

—No. Tu me alejaste, no dejare que tu me alejes de ella. Ella es todo lo que tengo ahora.

—Alejate de ella... Antes que sea tarde —dijo para luego desaparecer.

Tate siguio observando a la pelirroja.

Suspiró para luego alejarse de ella.

💀💀💀

Tate miraba desde una esquina a la nueva inquilina, Sam estaba parada a lado de la cama sacando sus cosas, en el momento en que se iba a sentar; Tate exclamó.

—¡No te sientes ahí! —exclamó haciendo que Sam se levantara asustada por ver a Tate.

—¡¿Qué haces aquí?! ¡¿Cómo entraste?!¡Esta es propiedad privada! —exclamó asustada y furiosa.

Tate apenado bajo la mirada.

—No te sientes en esa cama...

—¿Estas.... Estas llorando? —preguntó Sam, acercandose lentamente a Tate—Lo... Lo siento, no queria gritarte y hacerte llorar —dijo apenada.

Tate seguía ahí parado enfrente de ella, con lagrimas en los ojos. Se agacho para luego abrazar sus piernas y agachar la cabeza. Sam se agacho enfrente de él aún más apenada de lo normal, sus ojos se cristalizaban.

—No llores, porqué si lloras... Haras que llore yo, y no quiero llorar...

Tate levanto la mirada para observar los ojos azules de la pelirroja chica de quince años. Sam levanto su mano, limpiando las lagrimas de Tate.

—¿Cómo te llamas? —preguntó Sam.

—Tate... Tate Langdon.

—Yo soy Samantha Rabe. Dime Sam. Lo siento por hacerte llorar...

—Esa cama era de ella... —dijo Tate deprimido.

—¿De ella? ¿Hablas de la que antes vivia aquí?

—Violet... —contestó Tate.

—Bien... Creo qué, si la amabas demasiado como para entrar a esta casa por ella.

—Ella vivia en esta casa, y dormia en esa cama... —dijo triste.

—Ven —dijo Sam, levantando a Tate del suelo.

Camino hacia la cama y lo sentó a su lado.

—¿Cómo era ella? —preguntó Sam con una sonrisa.

—Ella era... Linda, encantadora, ella hacia que tuviera sentido todo... ¿No lo has sentido? —preguntó Tate desprimido—Lo que se siente. Todas esas veces cuando lo vez parado en los pasillos y no puedes respirar hasta no estar junto a él. O esas veces cuando... Cuando no puedes dejar de mirar el reloj porque sabes que ella esta parada ahí afuera, esperándote. ¿Nunca lo has sentido?

Tate observo a Sam, quien miraba el suelo con sus manos juntas jugando. Sam tenia lagrimas en los ojos que caían en su mejilla, en sus jeans se podía ver gotas de sus lagrimas.

—No.

Sam levanto la mirada para verlo, sus ojos se veían con dolor.

—Nunca lo sentí.

💀💀💀

Tate sentado en el sótano en una esquina sintió a Nora Montgomery sentarse a su lado, sin importarle la tierra. Abrazo a su niño, con tristeza al igual que Tate lo hizo con ella.

—¿Por qué? Tu también mereces ser feliz...

Tate aun seguía recordando ese día cuando conoció a Sam, Tate recordaba las lagrimas que caían de los ojos de ella, de su mejor amiga desde ese día, recordaba ese abrazo que Sam le dio para que dejara de sentirse mal.

—Ella también lo merece —dijo Tate.

—Pero tu lo mereces más, mi niño.

—¿De que sirve tenerla aquí por toda una eternidad si ella puede luego alejarse de mi?

—Tranquilo... Seras feliz, cuando menos te lo esperes.

Tate observo la pulsera roja en su muñeca, recordando la vez que Sam se la regalo.

💀💀💀

Sam se levanto de su cama para agarrar una cajita de cristal de su caja de cartón, donde tenia muchas cosas, saco dos pulseras, una roja y otra negra. Tate la miro.

—Ten está —dijo Sam, poniéndole a Tate la pulsera roja, para luego ponerse Sam su pulsera negra.

—¿Para qué son? —preguntó.

—Para que recuerdes que sin importar nada, siempre hay que levantarse, aunque te caigas una y otra vez, siempre hay que hacerlo.

—Gracias —dijo Tate dejando de llorar.

💀💀💀

Nora seguía abrazando a Tate con cariño.

❝ATRACCIÓN❞ | Tate LangdonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora