III

435 37 9
                                    

❝Ignorado❞
[La ignorancia te lleva hacer cosas que no quieres.]

Sam caminaba por los pasillos del instituto, con su mochila en su hombro, mientras caminaba miraba su teléfono, le había echo un correo a Tate para que pudiera ella y Tate chatear mientras estaban a larga distancia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sam caminaba por los pasillos del instituto, con su mochila en su hombro, mientras caminaba miraba su teléfono, le había echo un correo a Tate para que pudiera ella y Tate chatear mientras estaban a larga distancia. Tate agradecía mucho eso, pues por primera vez, alguien se preocupaba por tenerlo cerca de ellos y no alejarlo.

«¿Tenemos maratón de Harry Potter?» preguntó Sam, por mensaje.

«¿Y escucharte hablar de Draco Malfoy y Harry Potter? No» contestó Tate.

«No es taaaan malo. O sea, son suuuper guapos, hasta yo quisiera a un chico así.» respondió Sam, mientras rodaba los ojos por la contestación de su amigo.

Tate observaba la pc de Sam, mirando su facebook, habia publicaciones que le llamaban la atención, observo el mensaje de su amiga para luego empezar a escribir.

«¿Y si mejor vemos Carrie?» preguntó.

«Tu ganas... Busca la pelicula, yo llego en media hora.»

Sam empezó a caminar hacia el autobús donde se tropezó con una piedra, haciendo caer al suelo de rodillas.

—No necesita que te pusieras de rodillas para tener una cita conmigo —dijo una voz desconocida.

Sam levantó la mirada encontrandose con un pelinegro de ojos color verde oscuro. Sam se levantó rápido para cruzarse de brazos.

—No me estaba arodillando para salir contigo, me caí —Okay... Eso no sonó nada bien pensó Sam.

—Pues que torpe eres... Me llamo Alexander —se presentó extendiendo su brazo.

—Samantha, pero todos me dicen Sam —contestó Sam, estrechando la mano de Alexander.

—¿A dónde vas?

—A la casa de los crímenes —contestó—. Ahí vivo.

—Hay muchas leyendas ahí... Te acompañó, vives cerca donde yo vivo.

Los dos se sonrieron para empezar su marcha hacia la parada de autobuses, se sentaron juntos, platicaron sobre la casa y sobre sus cosas, mientras un rubio oscuro estaba ya preparado para la noche de películas.

—¿Tu amiga te plantó? —preguntó Hayden burlona.

—Callate —gruño Tate—. Ella no lo haría...

—De seguro ya esta pasándola bien con sus amiguitas —dijo en el mismo momento que la puerta principal se escuchaba con un grito de Sam avisando que ya habia llegado.

Tate corrió rapidamente hacia las escaleras, tratando de no tropezar llego enfrente de la puerta asombrando a Sam.

—Vaya... No creí que estabas tan apurado en ver la película —dijo confundida.

—Tardaste...

—Ah, si. Tropece con un idiota en la parada de autobuses —comento entrando a la cocina, preparando unas palomitas de queso.

—¿Idiota? —preguntó Tate.

Un pinchazo de celos apareció en él, pero claro, los trato de ocultar.

—Si... Se llama Alexander, es un idiota, de echo me acompañó mi recorrido hasta aquí.

—¿Saldras con él? —preguntó preocupado.

—No... Estare aquí, contigo, viendo una película —dijo, sacando las palomitas de queso.

Tate agarro un tazón para las palomitas; se acerco a Sam con interes por saber más, lo puso adelante de ella y Sam sirvió las palomitas.

—Nunca habia visto unas palomitas así —observo Tate.

—¿Comido? —preguntó Sam. Tate negó—Te las has perdido. Prueba una.

Sam levanto el tazón enfrente de Tate haciendo que él agarrara una, la llevo a la boca.

—¿Si puedes saborear? —preguntó apenada Sam.

—Si. Sabe delicioso —comentó.

—Perfecto. Vamos a la habitación —dijo Sam, agarrando el tazón.

Ambos empezaron a caminar hacia las escaleras, al entrar, Tate puso la pelicula y su acostó a lado de Sam en la cama, con el tazón de palomitas en el centro. Pasaban los minutos, las horas y ya estaban viendo Motel Bates en la televisión de Sam.

—Por favor, mira a Dylan, yo quiero alguien así —comentó Sam con los ojos brillosos.

—Creo que Emma es linda —dijo Tate no muy seguro.

Sam lo miro, apenada habló.

—¿Sigues pensando en ella?¿No te das cuenta que ella ya no te quiere? —preguntó con dolor de pecho.

—No me importa. Tenemos tiempo, puedo esperar por ella.

—¿Por siempre? —preguntó.

—Po siempre.

Sam apenada observo la televisión para luego levantarse de su lugar, su pc habia sonado, avisando un nuevo mensaje. Sam miro su pc para luego agarrar su teléfono de la cama y su vaso vacío, Tate la miraba confundido.

—Voy por más refresco —comentó.

Tate iba hablar para que le trajera también, pero Sam ya se habia ido corriendo. La pc seguia sonando así que Tate se acerco a ella encontrandose mensajes de Sam y Alexander.

«¿Si vamos a tener la cita?» preguntó alexander.

«¿Cual cita?» contestó Sam.

«La que me pediste... (?)» Tate confundido miraba el chat con enojo.

«Yo nunca te pedí una.» contestó Sam, haciendo sonreir a Tate.

«Claro que si, hasta te arrodillaste. 😎» Tate se enojo. ¿Sam arrodillándose enfrente de alguien? pensó Tate con disgusto.

«¡No me arodille! ME CAÍ.» Ahí empezo la risa de Tate.

«Eres una torpe; no importa. ¿Tendremos la cita?» preguntó Alex.

«Bien, me convenciste.» El enojo de Tate se sintético, hervía de ira.

Sam volvió a la habitación, y Tate ya estaba en la cama mirandola serio.

—Tu pc a estado sonando mucho...

—¿Mi pc? Oh... Yo... No sé —dijo Sam dejando su teléfono en el medio de ellos.

 No sé —dijo Sam dejando su teléfono en el medio de ellos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
❝ATRACCIÓN❞ | Tate LangdonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora