Se separaron nuevamente y se miraron a los ojos. Ella podía ver su reflejo en aquel brillo que iluminaba esos hermosos ojos marrones. ¿Pero qué estaba haciendo? Se suponía que lo odiaba. Se alejó dificultosamente de Zayn, él era como un imán. Se puso de pie, tomó sus cereales y fue a la cocina para fregar el recipiente. No volvería a acercarse tanto, era bastante peligroso, además el trato era reconquistarla no intentar fornicar con ella.
En todo lo que quedó de mañana no cruzaron miradas ni palabras, ella se dedicó a buscar pasajes por internet para volver a Church Hill y Zayn… bueno Zayn solo dormía. ¡Qué flojo, dios mío! Quizás dormía para olvidar los problemas. Solía hacerlo cuando joven y _____ siempre lo supo. Los sueños eran una de las tantas formas que tenía Zayn de escapar de su realidad y distorsionarla, para ser feliz, para tener una vida a la cuál llamar ‘perfecta’.
- Zayn, es hora de almorzar. – Lo movió un poco y pudo notar su rostro sereno. Se veía tan tierno, tan indefenso. Algo en sus facciones hizo que el corazón de la chica se encogiera de ternura y abrazara al chico efusivamente.
¡Maldito Zayn! ¿Por qué despertaba tantos sentimientos en ella? ¿Por qué era tan lindo? ¿Tan tierno? ¿Tan él…?
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- Louis – El chico tomó un poco de jugo y miró a su madre asintiendo para que prosiguiera. - ¿Dónde está ____? – Gran parte de los chicos en la mesa se tensaron. Por lo que Lottie había dicho al parecer la señora Johannah no debía enterarse de que su hijita estaba con Malik o podría desatarse la tercera guerra mundial. – ¡Louis!
- Lottie dijo que estaba con un tal ‘Zoin’ o algo así – Todos miraron directo a Phoebe que estaba inocentemente tomando jugo.
En cosa de segundos el rostro del señor Tomlinson cambió de un pálido normal al rojo más puro que jamás habían visto. Louis inmediatamente se encogió en su silla, no era que tuviese miedo ni nada por el estilo, pero la furia de su padre sumada a la de su madre era algo para nada agradable.
- Es verdad Louis, ¿está con Malik? – El chico no dijo nada, ni siquiera miró a su padre. Solo se dedicó a jugar con su almuerzo. – Vamos Johannah, iremos a Londres y la traeremos de vuelta. – Mark se levantó molesto, estaba casi por lanzar humo por las orejas. Lanzó la servilleta a la mesa y arreglando su gran chaqueta salió directo a su auto junto a su esposa.
- ¡Idiota! – Le gritó Lottie a su hermana, se paró de la misma forma que su padre y se fue a quién sabe dónde.
Phoebe comenzó a llorar, no entendía que pasaba. Louis solo la abrazaba y pues los demás… estaban pensando en algo para salvar la situación. Al parecer el plan B no era tan bueno después de todo. Quizás ____ y Zayn no debían estar juntos…
- Papá. – Dijo Lottie tratando de detenerlo. Pero era en vano, el señor Tomlinson ya había subido al auto y había partido directo a Londres. En cuanto encontrara a su hija se la llevaría, pero que ni pensara en vivir otra vez con el irresponsable de su hermano, viviría con ellos hasta que se casara. Ya estaba dicho.
La chica tomó su teléfono y marcó el número de su hermana. Debía advertirle. Pero no contestaba, quizás estaba apagado o fuera de señal. ¡Joder! Esto iba de mal en peor. Su hermana y Zayn estaban en problemas, y seguramente ella también, por tratar de encubrirlos. Lo que conseguía por tratar de hacer renacer el amor. Ser Cupido no era lo suyo.
- Lottie, ve a disculparte con Phoebe. – Ordenó Louis detrás de ella. – Ahora.
- Ella tiene la culpa de que todo se haya arruinado. – Se defendió. – Ahora por su culpa ____ está en problemas. Es obvio que me hubiera enojado.
- ¡Charlotte! – Gritó ya enfadado. – Ella es una niña, creía que lo que estaba diciendo estaba bien. No la culpes. Ahora ve, abrázala y pídele perdón. – Y con una sola mirada por parte del mayor de los Tomlinson envió a su hermana corriendo con la niña que aun lloraba desconsolada.
Sus amigos ya habían salido de la casa, debían planear algo.
- Ok, Harry, tú y Lottie se quedaran aquí en casa con mis hermanas. – Styles quiso quejarse de la decisión de Louis, pero en verdad no era tan malo, a él le gustaba pasar tiempo con la chica. – Niall, Liam y yo trataremos de llegar a Londres antes que mis padres. Esperemos que el plan C si funcione. – Murmuró lo último para sí mismo.
Y en menos de un minuto estaban en el auto de Louis directo a Londres, a toda velocidad. Debían tomar algún atajo. Llegar primero al departamento y sacarlos de allí. Louis no permitiría que su hermana no tuviera su historia de amor, no permitiría que no tuviese su cuento de hadas.
- Payne, llama a Zayn y dile que salgan del departamento. Que se la lleve a un hotel, donde sea, pero que no permanezcan allí. – Liam lo obedeció. En momentos como ese Louis parecía alguna especie de general y ellos eran como su ejército, él daba las órdenes y ellos debían seguirlas o quizás Tomlinson les gritaría como nunca en la vida.
- No contestan.
- Intenta de nuevo. – Pero era inútil. Ambos teléfonos estaban apagados. Ahora solo les tocaba rezar por que el coche de los señores T. se quedara sin bencina o los detuvieran por alguna infracción o algo.
- ¿Se han fijado que la vida de ____ parece telenovela? – Preguntó Niall. Él parecía el más calmado. Acostado en los asientos de atrás comiendo lo que no había terminado en el almuerzo. – O sea, es como… un amor algo imposible, un hermano sobreprotector, padres excesivamente estrictos y una hermana adolescente algo bipolar y mañosa. En definitiva la familia Tomlinson es una telenovela.
- Niall, cierra la jodida boca. – Gruñó entre dientes el chofer. Bien, estaba estresado y escuchar los tontos comentarios de su amigo no le ayudaban en nada. Aun no podía creer que ni siquiera fueran las dos de la tarde y ya tuviesen tantos problemas. ¡Dios!
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Y otra vez, por segunda vez ese día, estaban ambos besándose en el sofá. Eran besos exigentes, desesperados. Era extraño. Para ella por lo menos lo era. Por más que quisiera alejarse de él, volvía. Lo tomaba, lo acariciaba. Recorría su cuerpo. Todo en él era adictivo, todo en él era perfecto… él era la perfección en estado puro, él era lo que ella quería en ese momento.
Las manos de Zayn recorrían su cintura, su silueta mientras que su lengua exploraba su boca, saboreaba cada rincón. Ella sería suya otra vez, lo sabía.
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Mi pequeño problema.
Fanfiction¿Puedes tropezar dos veces con la misma piedra? ¿Aun cuando esta piedra sea jodidamente sexy?