|O2

1K 67 6
                                    

El estaba aquí. No sabía como me había encontrado, tal vez había seguido a Pattie.

Me había mudado a una pequeña casa, más comoda y acogedora, se encontraba a fueras de la ciudad, alejada de todo. Sin paparazzis ni nada.

Pattie venía a verme en las tardes y las chicas en la noche. La primera se había mudado a la ciudad, por mí y su nieto, me ayudó tanto y es como una madre para mi, mi bebé se alegraba cuando ella venía a vernos y cocinaba la dieta que teníamos que comer. Ahora los dos estamos mejor gracias a ella y sus cuidados.

Mis amigas venían en grupo o solo una, al principio compraban comida chatarra y la comíamos, pero después el sólo oler el aroma que desprendía la comida vomitaba, y desde ahí comer pizza, hamburguesas y patatas fritas era una tortura.

—Hijo, ¿Qué haces aquí? — se notaba que Pattie estaba nerviosa. Tal vez Justin no sabía que yo vivía aquí.

Me oculte para que no me vea, tenía suerte de no haber salido por completo de la cocina.

— Pues seguir a mi madre, que lo único que ha hecho estos últimos dias es plantarme en los almuerzos con la familia de Hailey. ¿Tú qué haces aquí? Creí que te habías mudado aquí para estar conmigo y ayudar en los preparativos. — Se veía confundido y algo molesto. Lo entendía y era mi culpa, todo era mi culpa.

Pattie estaba nerviosa, lo sabía, tartamudeaba al tratar de darle una respuesta.

— ¿Estás saliendo con alguien? Sabes que ese no es un problema para mí, dime, ¿No quieres que lo conozca? ¿Es eso? — Justin tenía el ceño fruncido.

— No es eso, solo, ¿podrías irte de aquí? No creo que a la persona que viva aquí le agrade tenerte aquí. — Pattie pudo decir eso firmemente sin tartamudear.

—¿Quién vive aquí? ¿No puede venir aquí o qué? Por algo es su casa ¿no? — ahora si estaba molesto y miraba mal a su propia madre, no podía permitir esto. Claro que no.

Salí de mi escondite, y su cara cuando me vió fue una de confusión.

— Esta es mi casa, yo vivo aquí. Y quiero saber el porqué estás aquí.

Justin

Me quedé mudo. No sabía que ella vivía aquí, ni tampoco que hacía mi madre acá.

— ¿Qué haces aquí? — me volvió a repetir por segunda vez.

Yo pensaba que si seguía a mi mamá hasta aca la encontraría a ella y a un señor no a ella y a Selena.

— Yo... solo quería saber a donde ibas todas las tardes, porque desde que llegaste solo desapareces y no pasas tiempo con tu hijo. — estaba enfadado y mucho. Dejarme a mi y venir a pasar tiempo con Selena, cambiarme.

— No es como crees Justin. — habló mi mamá. — Sólo deja que Selena te explique ¿si? — me dió un beso en la mejilla y subió las escaleras. Se escucho una puerta cerrarse.

— Bien, ya llegó la hora. — la chica frente a mi suspiró. — Sientate por favor. Vuelvo en unos minutos.— le hice caso y me senté en el sofá. Ella también subio la escalera, pero a los pocos minutos volvió con una carpeta.

Se acercó y se sentó frente a mi. Me extendió la mano que sostenía la carpeta para que la tomara, y así lo hice. Sostuve la carpeta y la lleve a mis piernas, la abrí. Lo primero que ví fueron unas pequeñas fotos a blanco y negro engrampadas a una hoja, eran análisis.

Cuando leí el nombre de la paciente y el resultado impreso en aquella hoja las fotos tenían sentido, eran ecografías. Habían tres fotos en la primera hoja, en la segunda hoja también habían tres fotos y se notaba mas claro un puntito, un pequeño saquito, tambien engrampado a este estaba una receta médica con la fecha en que mi mamá volvió a casa llorando, Selena había tenido una amenaza de aborto y esa papel era la receta que debía de seguir. En la última foto se podía distinguir mas una forma humana. Todas las ecografías eran de Selena.

— ¿T-ú es-tas embarazada? — tartamudee.

— Sí, y es tuyo.

Y ahí fue cuando todo cambio.

Come Back Donde viven las historias. Descúbrelo ahora