Yuriel escuchó el sonido de la lluvia, suave y relajante, mientras abría los ojos despacio. Se sentía cansado y la obscuridad del lugar lo invitaba a seguir durmiendo. La cabeza le dolía ligeramente y sentía el cuerpo algo agarrotado. Intentó recordar lo que había hecho la noche anterior, pero nada se le venía a la mente. De repente, no supo cómo había vuelto a llegar a casa de Kevin y tampoco cómo había terminado en la habitación de Evan, con tres cobijas encima y con ropa limpia.
Observó el reloj que se encontraba sobre la mesita, a un costado de la cama, y se fijó en la hora. Aún era de madrugada, exactamente el cuatro menos cuarto. ¿Qué hacía despierto tan temprano? Tal vez seguir durmiendo iba a ser su única opción. Cerró los ojos y puso la mente en blanco o eso era lo que intentó hasta que el rostro de Evan apareció en su cabeza. Se levantó de golpe y giró el rostro en varias direcciones, buscando al susodicho. Pero la única persona que se encontraba en la habitación era él.
— ¿En dónde estará?
Caminó por el frío suelo y, a tientas, presionó el interruptor de la luz para que la pieza se iluminara por completo. Tomó el pomo de la puerta, lo giró, y la abrió.Con cautela, bajo los escalones de uno en uno intentando no caer. Después de descender, llegó a la sala.
— ¿Qué haces despierto a esta hora?
Yuriel pegó un brinco.
— ¿Quién anda ahí?
Escuchó una carcajada suave.
— Tranquilo, no soy un fantasma. Solo soy yo, Kevin.
El pequeño respiró, intentando controlar su corazón después del susto. Miró a Kevin, quien se encontraba sentado en el sofá con un libro en el regazo, parecía cansado. Una taza de café frío descansaba sobre la mesita de vidrio, tal parecía que llevaba buen rato ahí.
— ¿Qué haces despierto a esta hora? — Se acercó hasta el sofá y se sentó al lado de su amigo—. ¿No has dormido nada?
— Estudio para una prueba de historia. ¿Es muy tarde ya? porque la última vez que vi la hora eran apenas las diez de la noche.
— Te sorprenderás al saber que es de madrugada.
— Vaya —Kevin frotó sus obscuros cabellos—, no pensé que me iba a tardar tanto en repasar las preguntas.
Yuriel estiró la mano.
— ¿Puedo? —Señaló el libro y Kevin, sin dudarlo, se lo pasó—, pesa más de lo que pensé.
Kevin miró como su acompañante abría el libro y lo hojeaba.
— Es mucho contenido para una sola noche.
— Lo sé. De hecho ya había estudiado todo, pero sentí la necesidad de regresar a las preguntas que creí tenían mayor dificultad.
— Eres muy dedicado a pesar de ser inteligente. Seguro te sabes todo, no sé por qué sigues despierto. Deberías descansar, el instituto comienza en unas horas y si llegas agotado puede que te quedes dormido en medio de la prueba —Yuriel sonríe—. ¿Lo imaginas? la señora Carter se enfadaría que ni te lo esperarías y le saldría esa horrible vena roja en el rostro —rió suave—, Por eso escogí arte moderno en lugar de historia...
— Yuriel —Lo cortó Kevin—, ¿Ayer adónde fuiste con Evan tan tarde?
— ¿Eh?
— Ayer... saliste con él ¿no?
Yuriel lo miró, confundido por el inesperado cambio de tema.
— Sí, pero no recuerdo gran cosa, la verdad. Tomé la mala decisión de beberme un trago y ahora me duele la cabeza y esas cosas de borrachos.
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Polos opuestos (Yaoi)
RomanceUn accidente hace que Yuriel termine viviendo con 3 chicos de personalidades completamente diferentes entre sí. Evan, un arrogante, popular y guapo chico que no cree en el amor duradero, por esa razón nunca se toma en serio sus relaciones. Kevin, u...