Único

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"¿Cuándo fue la última vez que te sentiste lleno en todos los sentidos?

¿Cuándo fue la última vez que tuviste un orgasmo que te hiciera gritar de placer? ¿O cuándo fue el último provocado por aquella persona que amas?

¿Cuándo fue la última vez que te pasaron ambas situaciones?

Aunque no parezca, uno puede llegar a tener distintos orgasmos con diferentes sensaciones. Por ejemplo, uno no siente lo mismo cuando se echa a alguien que cobra por el servicio, o a la hora de masturbarse, o cuando haces el amor con alguien especial.

Si hablamos como científicos, podemos decir que el orgasmo se alcanza cuando se estimula las zonas erógenas. Pero también es cierto, que aquella fabulosa sensación se encuentra con varios métodos, y existe uno muy especial que puede provocar en el cuerpo humano de todo."

-¿Me dejas intentarlo?-

-No-

-¿Porqué no?-

-Porque es peligroso -

-Enfrento peligros cada día desde hace tiempo -

-Es diferente -

-¿Porqué?-

-No tienes el conocimiento necesario de las artes místicas para este tipo de hechizos -

- ¿Y porqué no me enseñas magia?-

-Ya te enseñé magia -

-¿Cuándo?-

-Hace dos semanas -

-No lo recuerdo -

-Estabas acostado en la cama aprendiendo la lección por detrás -

El silencio y la cara roja del menor le dio indicio de la pequeña victoria que obtuvo en la discusión, sacándole a Stephen una leve sonrisa.

Permanecieron en silencio por un rato: Peter sentado en un mueble de madera viendo sus piernas balancearse, y Stephen de pie con la mirada concentrada en un hechizo para abrir una reliquia importante.

Normalmente, las tardes que pasaban en pareja eran tranquilas mientras disfrutaban la compañía del otro, ayudándose y apoyándose entre sí con sus deberes, escuchando música y hablando de lo que se les ocurriera, sin olvidar una que otra sesión de besos. Pero desde que le fue otorgado a Stephen la tarea de investigar y hacer funcionar un artefacto valioso, no ha hecho otra cosa mas que leer e intentar otros trucos de magia.

-No puede ser. - dijo de repente el hechicero soltando de manera brusca el artefacto que tenía en sus manos, provocando en el menor un sobresalto. -Es inútil sabes, llevo días tratando de que esta cosa funcione y no logro nada. -

-Tal vez deberías descansar un rato, no haz parado con eso desde hace dos semanas. - de manera lenta y cuidadosa se fue acercando al mayor (quien tenía los puños recargados sobre la mesa) tratando de aferrarse a su espalda.

Stephen sólo se limitó a mantener los ojos cerrados mientras tenía un fuerte dolor de cabeza. Peter tenía razón: necesitaba relajarse un rato. Todo su estudio y esfuerzo sin parar lo estaban consumiendo de a poco, al igual que debía compensar el poco tiempo que pasó con el arácnido desde entonces.

Respiró hondo.

-¿Qué te parece si salimos por un café?- preguntó más tranquilo, provocando en Peter una sonrisa y felicidad que hace tiempo no veía.

La Magia del Orgasmo y una fórmula llamada "Amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora