Final

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«¡No me malentiendas, Blard! No es que no te ame. ¡Te amo! Pero, n-no sé. El estrés de cuidar a mis hermanos, que Fresh me pregunte aún por papá y mamá, el colegio, los chicos, el trabajo... ¡Tengo solo 16 años y mi vida no es para mi edad! No quiero que estés con alguien lleno de ésto. De cosas de adultos. T-te amo... Pero no puedo. Simplemente no... No puedo cargarte mi vida a ti.

No te necesito.»

Pese a que le entendí, dolió.

Dolió.

Tomé su cara entre mis manos y besé sus labios con cariño.

«Mañana me iré. Solo será un año.»

Salí de su casa y me puse a llorar sentado en la vereda de la puerta ocultando mi cara entre mis manos.

No quería irme.

No quería.

Pero ¿Por qué debía estar con alguien que decía no necesitarme? No en estos momentos.

Al otro día, él fue a despedirse de mi en el aeropuerto.

Lo abracé con fuerza y el lloró en mi hombro, sus saladas lágrimas sabían dulces para mí.

«Te prometo volver a besar esos labios al volver.»

El avión partió, mas mi corazón se quedó en sus manos.

El Chico De Bufanda Roja | Bleno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora