~♡ Desconocido

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Maratón 1/2

Narra Elizabeth:

Desperté con el sonido la lluvia afuera, el invierno se hacía presente en pleno junio. Las sábanas de mi cama no querían que me levantara, el calor que me entregaban era encantador.

El sonido de mi celular arruinó aquel momento mágico, obligándome a sacar mi brazo para poder contestar. De manera perezosa toqué el objeto rectangular y contesté sin mirar la pantalla

-¿Aló?- Dije casi dormida

-Corazón- Contestó una voz sensual masculina al otro lado

-Minho...-Le dije en un susurro

-¡Oh!, lo siento ¿Estabas durmiendo?- Me pregunta apenado

-No te preocupes, me encanta oír tú voz tan temprano en la mañana- le digo con una sonrisa.

-Ohh que bien, espero que disfrutes estos días en tu casa- me contesta riendo

-Si, estoy aprovechando mucho- Le digo suspirando – y tú ¿Cómo ha estado tú día?¿Muy agotador?-Le pregunté

-Pues sí, el pleno comeback es realmente duro, pero lo disfruto mucho de verdad- Me dice suspirando

-¡Ánimo! Te deseo mucha suerte además la canción View es muy buena, la escucho todos los días-.

-Gracias preciosa, de verdad que me gusta mucho que nos apoyes- Me dice con una risita

-¡Claro! Recuerda que también soy Shawol- le contesté

-Te amo- Me dice de repente

-Yo también- Le respondí

Dejé el celular en su lugar, me acomodé en mi almohada, tapé mi nariz con las cobijas dispuesta a dormir cinco minutos más, pero mi estómago comenzó a rugir, por algo de comer

Me levanté y estiré mi cuerpo, bajé al primer piso a prepararme un café, que era mi mejor compañero para combatir esta pereza. Me acerqué a ventana con la taza entre mis manos, las gotas de lluvia que se deslizaban por el vidrio, hacían relajarme y sin darme cuenta me sumergí en mis pensamientos

Viajé y recordé aquel niño con encantadores ojos azules. Su actitud inocente y misteriosa al mismo tiempo, que me dejó confundida. No lo volví ver luego de perderlo entre la multitud, pero me quedé con aquella nota misteriosa que aún conservo en el cajón de mi velador.

Volví a la realidad con el sonido de los perros que ladraban de manera rabiosa, miro por la ventana, el cartero estaba afuera.
Envolvió las cartas en una bolsa plástica y las depositó en el buzón, agité mi mano para saludarlo al ver que me vio por las rejillas de la reja, me respondió y se alejó subiéndose a su típica bicicleta, que era su instrumento de trabajo. Su nombre era Javier era un joven muy simpático y trabajador.

Mi madre no estaba en casa, había salido unos días con la madre de Amanda, no les comenté, pero ellas son amigas desde hace mucho tiempo, se conocieron por nosotras. Un día fui a casa de Amanda a estudiar y mi madre me acompañó, recuerdo que ahí se vieron ellas por primera vez y se sentaron en el living a hablar por horas, cómo si se hubieran conocido desde siempre, y desde entonces no se separaron más, igual que mi amiga y yo.

Subí a mi habitación para darme una relajante ducha con agua bien caliente, como a mí me gusta en este frio invierno.
Me vestí, y sequé mi cabello rápidamente.

La lluvia se detuvo por unos minutos, recordé que las cartas aún estaban en el buzón. Bajé hasta el primer piso, me coloqué un gorro en la cabeza y salí por la puerta principal

Todo fue cosa del destino ~♡(Choi Minho)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora