The Ghoul (Hyunin)

2

"Ya debería de despertar"

"Tiene más de dos semanas así, es una suerte que siga vivo"

"Si..."

Escuche una discusión a mi alrededor y mi cuerpo se sentía como si fue aplastado por un millón de vigas de hierro, al parecer aún seguía vivo.

"Y sin contar que fue un milagro de que Chan dejara que lo trajeras a casa con nosotros..."

"Jisung, cállate"

"Que mal humor tienes hoy, Seungmin"

"No es mal humor, es solo que él... Ya está..."

Abrí los ojos y ambos chicos frente a mí se quedaron en silencio, sus rostros estaban cubiertos por extrañas mascaras blancas y ninguno decía nada, solo me observaban. Mire a mi alrededor y estaba en una habitación bastante arreglada, nada parecida a la pocilga de subterráneo donde había permanecido durante todas mis vidas.

El primer olor que entro a mis fosas nasales fue el más desagradable de todos, comida humana, rápidamente mi cuerpo se levantó de la cama y el contenido inexistente de mi estómago estaba siendo expulsado sobre el suelo.

Los dos chicos enmascarados frente a mi reaccionaron algo asustados, pero luego comenzaron a reír cuando me vieron tirado en el suelo. Yo era un luchador, pero ahora no era más que un alma en pena, mucho más débil que un humano.

"Te dignaste a despertar..." Escuche a uno de ellos decir "No muchos sobreviven a un ataque de la legión del demonio negro..."

"¿Ya te sientes bien?" Preguntó ahora el otro chico "Eso que hueles es comida humana, nos ayuda a pasar desapercibidos frente a los humanos"

"Jisung, ya debe saber eso... no es un recién transformado"

No tenía ni idea de lo que estaba pasando a mi alrededor y mucho menos de las cosas que ellos decían. ¿Legión del demonio negro? Así que ese era el nombre de mis enemigos, los que me atacaban constantemente.

Me levante del suelo con la poca fuerza que aún tenía y me tire sobre la cama, mire a los chicos frente a mí y los detalle mejor. Uno era alto y sus pelos eran rojos, su rostro estaba cubierto por una máscara que imitaba al casco de un guerrero con solo una gigantesca estrella en el centro por donde se podían ver sus ojos rojos brillar. Él otro chico era más pequeño, sus cabellos eran rubios y su máscara lucia como una ardilla de grandes y unas pequeñas cejas frunciendo el ceño.

"¿Por qué no me dejaron morir?" Pregunté, usando la poca fuerza que le quedaba a mi cuerpo.

"Escuchaste eso, ¿Seungmin?" Se quejó el rubio con máscara de ardilla "¿Ves cómo nos agradece?"