Las Aventuras de Jackie Chan por DIRS

CAPITULO 6: EL DESTINO QUE ELIJO

Jade siempre está buscando nuevas aventuras, incluso si no la dejar formar parte de ello. Pero la nueva aventura en la que está metida es una que no le causa demasiada emoción, la secundaría. La pubertad suena a demasiados problemas, cambio físicos y emocionales, demasiado drama que no quiere aguantar, ella desearía ser una adulta directamente para evitar todo eso. Por desgracia el tiempo tiene su ritmo, uno que le parece muy lento.

–Listo Jade ya llegamos. Recuerda que no podré venir a recogerte así que regresa con cuidado y no te quedes distraída en la calle– Le dice Jackie quien aparca el auto enfrente de la escuela.

–Sí, lo sé. Que te vaya bien con Viper– Le responde Jade

–Espera ¿Tú como sabes que yo...?

–Pss, se te ve en toda la cara Jackie – Jackie se encoge de hombros ante tal comentario, no pensaba que era tan obvio –Y, además, Viper me comento algo sobre que iban a salir mientras hablábamos por teléfono el otro día

Jackie sabe que no puede hacer nada, no es como que no se lo iba a decir, solo quería algo de tiempo.

–Tranquilo Jackie, sé que necesitan pasar tiempo solos, y yo estoy muy feliz de que al fin hayan decidido dar el siguiente paso, así que no te daré sorpresas. Lo prometo

Al principio Jackie no sabe que pensar, pero el rostro sonriente de su sobrina le da algo de alivio y cree que está vez cumplirá su palabra.

La secundaría no es muy diferente de la primaría, hay algunos rostros conocidos, algunos otros nuevos, y algunas viejas costumbres no cambian, como con Jimmy, su amigo que en el pasado ayudó para evitar que su yo futuro tuviera éxito en sus planes malvados. Por desgracia en el presente lo siguen tratando terriblemente, se ha vuelto habitual que su mochila sea un sustituto de balón para los bravucones. Ya están en secundaria y no parecen tener intenciones de madurar, habrá que darles un empujón. Eso piensa Jade, y ese empujón es una muestra de sus habilidades marciales aprendidas con el entrenamiento que le ha dado Jackie, en ella algunas cosas tampoco cambian.

–¡Ustedes! ¡Más les vale dejarlo en paz o tendré que darles una lección! – Termina la frase con una postura de batalla y en resumen el objetivo se cumple, los bravucones se van más por la incomodidad de que una niña los esté enfrentado que por miedo a que les haga daño. No sin antes humillarlo más al recalcarle que es un cobarde y un perdedor.

–No deberías dejar que te traten de ese modo, tienes que enfrentarlos– Dice Jade animando a su amigo mientras le regresa su mochila.

–Yo no puedo hacer lo que tú haces, no sé artes marciales, y no soy valiente como tú– Responde Jimmy con pesimismo.

–Eres valiente, no olvides que decidiste enfrentarte a ti mismo para cambiar la historia– Le recuerda Jade los eventos del pasado, que en vez de hacerlo sentir mejor producen el efecto contrario.

–No estoy seguro de eso– Su rostro afligido inquieta a Jade

–Oye, si es por las artes marciales yo te puedo ayudar, y ya verás que no se volverán a meter contigo– Le reitera con confianza

–Gracias Jade, pero, así estoy bien. Y no hace falta que me ayudes otra vez, con el tiempo se cansarán– Su tono es amable, pero hay un sesgo de desprecio muy sutil

Jimmy comienza a caminar y se aleja del lugar. Jade es incapaz de entender su forma de actuar, tan distante y retraído. Sabe que él es tímido, pero con ella había confianza, antes de salir de la primaria habían tenido una buena amistad, y ahora es como si quisiera alejarse. Incluso en clases, casualmente quedaron en el mismo salón, y es de los pocos conocidos que tiene, así que la primera vez que se les pidió trabajar en pareja pensó en pedírselo sabiendo que para él puede ser complicado relacionarse con otros, pero este se negó y le dijo que alguien más se lo había pedido ya y había aceptado. Luego se enteró que trabajó solo, el no buscó a nadie, se limitó a evitar a todos. A la hora de la comida desaparecía, y no hablaba ninguna persona, se mantenía al margen de sus demás compañeros. Estas cosas preocuparon a Jade, tal vez algo malo le pasaba, sentía que debía ayudarlo.