No sabía que hacer, siempre había pensado que los tres (mi madre, Carlos y yo) seríamos felices.
Siempre había pensado que el nunca me iba a dejar, que no me abandonaría, tal como lo hizo Él.Pensé que Carlos era diferente.
Pensé mal, como lo dije; Gran Error.
Me fui a mi habitación a llorar tranquila, me acosté en mi cama mirando al techo, y empecé a pensar.
¿Qué iba a pasar ahora?
No lo sabía, no creo que nadie lo supiese, así que habría que ver lo que sucedería a continuación.***********************************
Me desperté. Seguramente me había quedado dormida llorando.
Me levanté y me sequé las lagrimas torpemente con la manga de mi abrigo. Vi que tenía algunas bolitas, bueno, era normal ya que era bastante viejo. Aún me acuerdo de cuando me lo regalaron.
Fue el día de mi cumpleaños número nueve, yo llegué del colegio y al abrir la puerta de mi casa vi varios globos de color turquesa y púrpura.
Me di cuenta de que varios de mis amigos estaban allí, incluyendo a mi mejor amiga del mundo mundial; Magali, Magali Martínez. Amaba a esa niña (la sigo amando aunque nos separen millones de kilómetros). Sus ojos azul claro estaban posados en mi, como los de todos los demás. Y derrepente sonó su estridente voz, gritando "¡Sorpresa!".
Me tuve que tapar los oídos.
Miré a mi alrededor y vi a Axel, Paola, César, Tatiana y varios amigos más, junto a mi mamá y Carlos.
Como no decía nada se quedaron mirándome, con expectación en sus rostros.
Al fin tuve que decir algo, y lo único que me salió fue decir un tímido "gracias".
Estaba muy emocionada. Pasamos la tarde jugando y comiendo chucherías.
Después de un rato la fiesta llegó a su fin y me dispuse a abrir mis regalos.
Había paquete muy bien envuelto, con papel dorado. Agarré el regalo y lo apreté con fuerza entre mis mis manos. Era ligero. Lo abrí y lo primero que vi fue una tela azul, lo saqué del envoltorio y vi un abrigo con algunos detalles en color negro. Era precioso, me encantó.
Rebusqué en el interior del envoltorio y saqué una tarjetita, en la que se podía leer: "Espero que te guste".
Nunca supe quién me lo había regalado, ya que fue astuto/a y la tarjeta no la escribió a mano sino a computadora, así que no podía diferenciar la letra.
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Miré en frente mío, la puerta de mi habitación estaba abierta, y podía ver que Carlos ya había terminado de hacer las maletas.
Salí de mi habitación y recorrí cada parte de mi departamento.
No quería mirar hacia la habitación de mis "padres", así que decidí que sería la última en visitar.
Al llegar a la sala lo vi a él, estaba llorando sentado en el sofá.
Me iba a decir algo, pero no lo dejé hablar, y me fui otra vez a mi habitación dejándolo con la palabra en la boca.
Llegué a mi habitación, di un portazo y me encerré a esperar que todo esto pasara
Escuché unos pasos, pensé que era él queriendo hablar conmigo, pero pasó de largo y entró a su habitación. Podía escuchar como sollozaba. Pero en ese momento no me importaba lo que le pasaba, lo único que me importaba era lo que pasaría con nosotras, y cómo reaccionaría mamá.
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Simplemente Yo
JugendliteraturAlex Medina siempre se sintió diferente a las demas chicas....tal vez porque no parecía una, no se comportaba como "debía" y todos decían que ella era uno más de los chicos. En este libro les contaré su historia... Muchas gracias por leer y espero...