Detrás de un Puñal...

1. El Comienzo

" De la brutal y monstruosa matanza, saldrá una chica sin alma... "

Era monstruoso lo que se estaba viviendo esa noche en el Castillo, pues nadie jamás se había imaginó que un Reino tan próspero, bueno, y sin ningún enemigo conocido... Llegaría a convertise en el peor infierno.

La gente sólo suplicaba a Dios que acabará pronto este sufrimiento, aquella Legión de Hombres que descendieron del Mar Negro era la viva imagen  de un Rey sin alma y sin corazón. Pues ordenaba a sus soldados colgar a cada bebé, niño, mujer y hombre de una lanza; que demostraba con esa ofensa que ningún Dios era más poderoso que él...

El castillo ardía en llamas los pocos Caballeros buscaron sobrevivientes de la Familia Real, pero en cada habitación se encontraba un panorama que desgarrada el alma, pues aquellos descendientes al trono se encontraban muertos con sus gargantas degolladas y sin ojos...

Las esperanzas se iban mientras cada puerta se abría, pero entonces se oyeron a lo lejos unos gritos y llantos de un recién nacido que fue la luz al final de aquel pasillo de muerte. Pues aquel Rey quién había matado a la Reina con la misma daga con la cuál ya había masacrado a todo el linaje real. Contó con la mala suerte de dejar aquel puñal en el vientre de la Reina dando así muerte a ambas almas pero al mismo tiempo vida eterna aquella dulce bebé...

Los Caballeros corriendo a la habitación real donde se encontraba una masacre peor que las anteriores, pero dentro del baúl del Rey se encontraba la bebé, una nota a su lado y aquel puñal que había visto cerrar muchos ojos llenos de esperanza, y aquellas gargantas silenciadas para siempre. El comandante de la guardia Real alzó en sus brazos a la frágil bebé quien con sus ojos azules, su piel tan blanca y su cabello rojo dio una nueva esperanza en los corazones de los soldados.

Enseguida un soldado sacó del baúl la daga y la Carta que en ese momento el General pidió que la leyera en voz alta antes sus Majestades caídos en Batalla.

Dice: 

Querido Amigo Klaus, te pido que cuides de nuestra hija como si fuera de tu misma sangre. Lo que ha pasado en esta habitación vivirá en ella para siempre pues aquella daga que nos arrebató la vida; será la única salvación de nuestro pueblo pero a la vez nuestra maldición...

Quiero que la alejes de este mundo, busca un nuevo horizonte pero antes todo tú y tus caballeros se convertirán en su Legión de Ángeles. Pues sus vidas dependen de la mirada de sus ojos.
Su nombre es... Rebecca, La única heredera al trono Müller.

Dando así con está carta la orden de que los Caballeros presentes se reunirán al rededor formando un círculo antes sus Majestades y su Hija,  donde la daga pasó por cada mano de cada uno de los Caballeros dando la órden de hacer un pactó de Sangre ante Dios y ante la Realeza. Él comienzo de una nueva Legión de Ángeles de los cuáles serían conocidos en la historia como:

La Legión de los 12