Fuerzas Opuestas (Parte II de la saga Tiempo Y Destino) [CANCELADA]

¿Por qué mamá?

  Cálido, así estaba el día. Me hubiese gustado que el clima de casa estuviera igual. La tensión inundaba el ambiente. Papá y mamá habrían estado discutiendo durante la semana anterior. ¿El motivo? No lo sabía, pero cuanto más rápido acabaran mejor. El presenciar sus peleas era muy doloroso.

— Jai, vete a tu cuarto— me dijo Samantha tratando de sonar calmada— Debo hablar con tu padre, cariño. Asegúrate de cerrar la puerta—
— ¿Qué pasa Samantha?— pregunté evitando todo lo anterior— Ya no soy un niño—
— Problemas—
— ¿Qué clase de problemas?—
— Problemas entre tu padre y yo. No te preocupes. Pronto los resolveremos—
— Eso espero— dije alejándome.

[...]

Para evitar la disputa me dispuse a escuchar música. Pero me fue imposible no oír. Sus gritos se incrementaban conforme se movían las agujas del reloj. Con mucha precaución, sin hacer ningún tipo de ruido, coloqué mi oreja en la puerta.

— ¿SAMANTHA QUÉ CARAJO TE PASA? ¿DESDE CUÁNDO? ¿DESDE CUÁNDO SALES CON MI HERMANO?—

Mi cabeza no podía procesar lo que mis oídos habían escuchado. ¿Mi madre le fue infiel a Daniel... Con mi tío?

— ¿Puedes bajar la voz? Está Jaiden en su habitación. No estamos solos en casa—

Recién ahora te preocupas...

— ¡NO ME EVADAS! —

— ¡ANTES DE QUE JAIDEN NACIERA!—

Luego de eso se oyó el ruido de una bofetada y un grito ahogado. Daniel le había pegado a mamá. El golpe fue tan fuerte que ella cayó al suelo. Lo supe al escuchar el impacto de sus manos contra el pavimento.

Mis lágrimas empezaron a recorrer mi rostro.

— ¿Jaiden es mi hijo?— preguntó con voz quebrada mi padre.

Aseguraría con mi vida que eso es lo más triste que puedes escuchar de tu padre.

— No lo sé... No lo sé— repetía mi madre una y otra vez.

Y con mi alma afirmaría que eso es lo más destructivo que puedes oír de tu madre.

Poco a poco mis sospechas se confirmaban...

[...]

En momentos como éste, es cuando me hubiese gustado correr con la suerte de otras personas. El tener a tus padres separados intentando rehacer sus vidas o verlos felizmente casados. Pero tristemente mi realidad no es ésa y estoy seguro que no soy el único viviendo en éstas circunstancias.

Involuntariamente salí del cuarto y me dirigí a donde estaban ellos.

— ¿Por qué mamá?—