Capítulo 6

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SeokJin tomo la iniciativa y su primer movimiento fue acorralarlo contra el sofá y devorar sus labios como tanto lo imagino desde que lo conoció, un beso apasionado, con deseo y necesidad de sentir el contacto del otro.

JungKook también se animo y mientras le comía prácticamente la boca a Kim empezó a acariciar todo su torso notando a su vez como los músculos se contraían bajo su tanto, acto que lo hizo sonreír.

Sus manos se situaron cerca de la toalla que mantenía a Jin de no estar desnudo. Y bufo con la intención de sacarla, porque era un estorbo para el, un estorbo que le tapaba una maravillosa vista.

-Hey...-Murmuro con una sonrisa lasciva separándose de sus labios.-No tan rápido precioso...

Quiero que estés ardiendo por mi.

Si algo había aprendido Kim SeokJin de sus antiguas parejas, es que disfrutaban más cuando las cosas no iban tan deprisa, el toque era lento y excitante, las caricias, los besos en el cuello, los mordiscos en los labios y los besos franceses. Lo hacían disfrutar tanto a el como a su contrario.

Metió una de sus manos bajo de la camisa del castaño y retraso un rumbo sobre su suave y pálida piel hasta llegar a sus pezones los cuales empezó a jalar y pellizcar.

-Mmn...-Exclamo un murmullo bajo disfrutando de la sensación.-¡Mng!-Menciono mas alto al sentir unos húmedos besos sobre su cuello, un punto muy sensible en su cuerpo.

Entre jalones quito toda la ropa de la cintura para abajo dejando nada más que sus bóxer cubriendo su miembro, Jin miro sus piernas blancas con devoción, su paciencia poco a poco iba llegando a su limite, y es que no sabia que tenia ese niño que lo había sentir tan diferente y ansioso por tocarlo.

Con la mirada oscura saco la camisa de JungKook por sobre sus brazos dejándolo solo en bóxer y quedo maravillado con tal vista, su cuerpo era perfecto, bien ejercitado, con la piel tersa, unos botoncitos rosas que por fin pudo apreciar a la vista y juntándolo a sus estructurales piernas quedo embobado... Por no decir flechado...

JungKook estaba desesperado de ser sometido, necesitaba mas contacto, mas rosé, mas piel contra piel. Y sobre todo quitar esa fastidiosa toalla que tapaba su vista, para el no había hombre mas perfecto que ese, sus hombros anchos, musculatura ejercitada, labios carnosos y tan rojos como una cereza hacían su cabeza delirar. SeokJin lo tenia a mil, y si, con el corazón acelerado como nena enamorado. Es que joder, como le gustaba ese adonis.

Dirigió su mano hacia su propio miembro dispuesto a autocomplacerse, pero la grande mano de Jin lo atajo antes de llegar poniendo en su lugar la suya. Dentro de su bóxer empezó a mover su mano de extremo a extremo sobre su miembro y le causo tanto placer que lo hizo temblar, luego con su pulgar apretó su glande y de su boca salio un gemido que solo excito mas a Kim.

Pero eso no era todo lo que el quería, quería que gritara de placer, que rogara mientras le pedía más y soltara gemidos con su nombre en ellos.

Lo desnudo dejándolo como vino al mundo, el brillo se esparció por sus oscuros ojos, el castaño era perfecto en su mente, el sonrojo en sus mejillas y su respiración agitada solo le daban la imagen mas erótica que pudo haber visto en su corta vida.

Se separo de el y le ofreció la mano llevándolo a la habitación, la cual prometía darles la mejor noche de su vida. En el camino agarro un pequeño bote de lubricante, lo recostó a lo largo de la cama con las piernas abiertas y su mano recorrió desde su mejilla la cual toco y acaricio con delicadeza hasta pasar por su miembro y llegar hasta la entrada fruncida del ano de JungKook.

Unto lubricante en su dedos y con cuidado fue metiendo uno de ellos dentro de el, cuando vio su ceño fruncido comenzó a esparcir besos a lo largo de su cuello lo cual lo relajo inmediatamente. Al sentirlo mas dilatado metió un segundo dedo y el castaño volvió a tensarce nuevamente, Jin dirigió su mano al pene del chico haciendo movimientos lentos sobre este robándole gemidos los cuales ahogo contra su boca cuando lo beso de nuevo empezando movimientos de tijera dentro de el, al verlo tan distraído introdujo rápidamente un tercero.

-¡Ah! ¡Jin...!-Gimió moviendo sus caderas contra sus dedos, Jin había tocado otro punto sensible en su cuerpo, pero esta vez adentro de el.

Y así siguió gimiendo mas alto, llenando los oídos de SeokJin con su melodiosa voz. Y Jin no pudo estar mas satisfecho. Soltó una baja risita viendo como el hermoso castaño frente de el abría sus piernas preparado.

-Ya es hora JungKook.-Su aliento choco contra su cara y no aguanto las ganas de volverlo a besar. El rubio despego sus labios de los de el y por fin retiro la toalla que cubría su cuerpo dejando a la vista un largo y grueso pene erecto que hizo agua la boca de JungKook. ¿Eso estará pronto dentro de mi? ¡Diablos! Nunca tuve algo tan grande...

Jin se inclino sobre el después de haber colocado lubricante sobre su miembro, puso su glande contra la entrada de su agugero presionando lentamente dentro de el, hundiéndose poco a poco dentro de su cuerpo, profanandolo. JungKook se arqueo contra de el y su apretada estrechez lo hizo sacar un gemido de pura gloria. Cuando estuvo completamente en su interior salio y volvió a adentrarse mas rápido, dirigió su mano hasta su pene, el cual masturbó de manera rápida presionando de vez en cuando la punta. Las embestidas siguieron, cada ves mas rápidas, profundas y golpeando un punto que lo hacia gritar de placer.

JungKook y Jin perdieron la noción del tiempo y se dejaron llevar por la sensación.

La habitación se lleno de gemidos, respiraciones agitadas y sonrisas cómplices de dos jóvenes que aunque no lo admitieran se encontraban haciendo el amor como nunca en sus vidas.


Aventuras en el metro - JinKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora