JungKook miraba ausente la ventana pensando en cual parada bajar, noto que tenia unas leves ojeras en su pálido rostro y mordió sus labios tratando de darle un poco de color tanto a estos como a su cara.
De pronto sintió una mano comenzando a acariciar su tracero, por enzima de la tela de su pantalón negro, Que pervertido, pensó, no le tomo importancia y creyendo que después el hombre comenzaría a aburrice y lo dejaría en paz, paso todo lo contrario. La caricia se volvía cada vez mas intensa y debes en cuando había un leve apretón sumado a que ya eran dos manos las cuales le tocaban el culo.
Ya se estaba pasando. Dispuesto a voltear y estampar le un puñetazo en el rostro.
El aire acondicionado que recibía en la espalda paro y se dio cuenta de que el hombre estaba atrás de el o que simplemente el metro se había agotado la electricidad, y opto por la primera opción porque si no este ya se hubiera detenido.
Las manos empezaron a recorre le la cintura y había una leve caricia cerca de su miembro. Estuvo apunto, digo a punto de mandarlo a la mierda pero para al ver el reflejo del hombre en el ventanal oscuro, y se dijo que no pudo haber un hombre mas sexy que ese que lo estaba tocando, era como la imagen viva de la pasión, el deseo y la belleza y si. Se sintió dichoso de ser tocado de esa forma por ese ser tan atractivo y masculino.
-¿Que es lo que... Pretendes?-Murmuro tras despegar la vista del reflejo del ventanal.
Ese hombre haciéndole caso omiso metió una de sus manos dentro de su camisa acariciándola su piel hasta llegar a uno de sus botoncitos el cual empezó a apretar sacándole un suspiro mientras la mano que le restaba se escurría dentro de su pantalón tacando su miembro enzima de su bóxer lo cual le arranco un gemido lo suficientemente alto para que aquel desconocido se deleitara con su voz.
-Lo que quise hacer desde que entrante por esas puertas... Darte placer...-Su voz se escucho tan gruesa y excitante que sintió como los bellos de su nunca se erizaron.
Hecho la cabeza hacia atrás por el placer que le causo un apretón en su pene, el cual de apoco se estaba poniendo erecto. Tal vez esto era un sueño por no tomarse el café que acostumbraba todas las mañanas. Pero era imposible que su imaginación lo afectara tanto, las caricias se sentían reales, el aliento se sentía real en su nuca y la exitancion se sentía palpable en la boca de su estomago. Abro la boca dejando escapar otro gemido.
-No hagas demasiado ruido precioso.-Le ordeno muy cerca de su oreja.-Solo disfruta y arriesga te.
Y en ese momento JungKook mando todo al carajo.
Sin arrepentimientos.