Llegué a mi casillero, lo más rápido que pude. Cambié mis cuadernos, por los de la siguiente hora y salí corriendo de ahí. Me había tardado demasiado con el asunto de Christopher, que se me había olvidado por completo el examen de Ciencias II. Nunca me gustaba llegar tarde y menos si iba sola. Mi mejor amiga se encontraba enferma y no había asistido en toda la semana. Lo bueno de todo eso, era que era viernes. Y Dany había faltado toda la semana para "Recuperarse" de su resfriado y poder salir en viernes, por la noche, al nuevo antro que se encontraba en el centro de la ciudad. Era lo único bueno de este maldito día. Por que lo demás apestaba.
- Tarde de nuevo, señorita Brooks.
- Lo sé y lo siento. Pero tuve algunos problemas.
- Sí, la escuela entera supo de su pelea con el señor Vélez.
- ¿Toda? - Pregunté incrédula.
- En efecto. Ahora pase por su examen y pase a su asiento.
Seguí las indicaciones de la maestra de Ciencias II. Traté de concentrarme en las preguntas. Leía y releía palabra por palabra. Pero me era imposible concentrarme. Los labios de Christopher, seguían impregnados en mi cuello. Como una herida reciente.
Y podía jurar que sentía que ardían en mi cuello. Con el reflejo de mi celular, observe mi cuello. Dos marcas rojas, como una mordida. ¡Maldito Christopher! ¡Mil veces maldito! Lo odiaba ¿Como se atrevió a hacerme eso? ¿Como pude permitirlo? Menuda idiota que soy.
El timbre sonó y yo sólo llevaba 2 de 3 hojas contestadas. Todos salieron como animales, mientras que yo me quedaba ahí - Me temo que tendrá que compartir clase con los del '3 A' - Habló la maestra haciéndome mirarla. Los del '3 A'. Maldije en silencio. La clase de Christopher. Suspiré y revolotee los ojos.
Al cabo de unos segundos, la clase A comenzó a entrar al salón. No miré a nadie y me concentre en acabar el examen que estaba frente a mi. Me había calmado un poco, pero todo se desvaneció al escuchar su voz, su risa. Una melodía para mis oídos.
Aunque me hubiera gustado negarlo, me apresuré a a acabar el maldito examen.
- Hola gatita - Dijo cerca de mi oído - Es un orgullo saber, que las marcas que traes en el cuello, fueron hechas por mi.
- Estoy ocupada, imbécil - Murmuré.
- Ya veo, pero gatita. Estas en mi lugar - Lo miré algo nerviosa.
- También es el mío.
- Sí, pero esta es la clase A no es la clase B, tu hora ha pasado gatita. Así que quiero mi asiento.
- ¿No puedes sentarte en otra parte?
- No - Sonrió - Dame mi asiento, puedes sentarte en mis piernas, si quieres.
- Es lo ultimo que haría en la vida - Lo mire murmurando, y este acercó su cara hacia mi. Otra vez estábamos tan cerca. Que no evite mirar sus labios. Tan carnosos, tan rojos. ¡DIOS!.
- Eso ya lo veremos, por que sé que suplicaras, por estar bajo mi cuerpo. Por que te penetre hasta el fondo - entrecerré los ojos y lancé un suspiro - Por que entre en ti y gemirás mi nombre - Se acercó a mi oído - No sabes cuan duro me pones - Mordió el lóbulo de mi oreja delicadamente.
- Me das asco - Dije y me pare de ahí, tomado mi examen.
- Quédate ahí gatita, puedo sentarme atrás - Dijo sonriendo. Lo miré por unos segundos y después volví a sentarme. La maestra entró y toda la clase A le prestó atención. Repartieron los exámenes y después el silencio inundó el salón.
Al cabo de la pregunta 38, una bola de papel cayó frente a mi. Suspiré estresada y la abrí. "Tengo una muy buena vista de tu culo desde aquí, gatita". Apreté mis labios nerviosa. ¿En verdad estaba viendo mi trasero? ¡Claro!. Sin pensarlo me sonroje, tomé la pluma y escribí "¿Es una especie de cumplido? Déjame decirte que no funcionara para nada". Lo aventé hacia atrás y escuché su risita, haciéndome estremecer - Tómalo como quieras. Esos jeans se ajustan muy bien a tu cuerpecito, gatita. Por cierto, tu piel es muy deliciosa - Me estremecí, por un momento quise seguirle el juego, pero no lo haría. No caería tan bajo. No yo. Me apresure a terminar las dos preguntas. Terminé el examen y me levanté, lo dejé en el escritorio de la maestra, quien me miró sonriendo.
- No acostumbras a tardarte demasiado en los exámenes ____. ¿Pasa algo?.
- ¡No! No para nada. Sólo tengo un poco de flojera.
- Duerme bien, no quiero que se vuelva a repetir. Anda por tus cosas - Sonreí y asentí. Me pare frente a mi asiento y me agache para tomar mi mochila. Christopher me miraba sonriendo.
- Esa camisa se ajusta a tu pecho muy bien, gatita - Susurró, lo miré sin mucha importancia y comencé a guardar los lápices. Al términar me levanté y me giré. Sentí una nalgada y me giré bruscamente. Christopher estaba viendo el examen, pero con una sonrisa picara. Luego me la pagaría. Lo único que quería era salir de ese salón, donde prácticamente, me sentía asfixiada y acalorada. "Síndrome de excitación, hacia una persona ____". Dijo mi vocecita interior. Quizás tenga razón, pero solo la ignore.
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Secret Sex - Christopher Vélez y Tú
FanfictionChristopher Vélez, el típico chico mujeriego que todas quieren. ____ Brooks, la típica chica con encantos aún no descubiertos. Dos Polos Opuestos. Ella lo odia, El la desea. Después de que Christopher le dice un par de insultos, ella no está dispues...