Capitulo 5

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Corría y corría por las calles tropezandome una que otra vez de los nervios. Podía darme cuenta de cómo me miraban las personas que estaban a mi alrededor, su forma de verme me pesaba, sentía como si todos ellos estuvieran en contra mía. Sentía que cualquiera podría incluso ser el asesino. No confiaba en nadie, todos me lucían bastante sospechosos.

Dejé de correr una vez llegué a las afueras de la ciudad. Ahí no había nada más que el puerto y el río que dividía los distritos. Era una zona de pesca pero también había bastantes moteles a sus alrededores. Yo sólo me dirigí a cualquiera que pudiera cumplir con mi presupuesto y pague la noche en el lugar.

La habitación no era muy complaciente, como se esperaba de algo barato, el cuarto estaba terriblemente descuidado. Casi me daba asco quedarme en un lugar como ese, pero supuse que me serviría de alguna manera de escondite. Quizá lo único bueno de él era la ventana que tenía una hermosa vista al puerto, pero nada más.

Me senté en la horrible cama y me dije a mi mismo que debía calmarme un poco. Tenía que pensar en el rumbo que habían tomado las cosas. Pero me resultaba extraño creer que mis huellas hayan dado positivo, eso no era posible. Como habrá obtenido mis huellas el asesino? O cómo lo habrá sabido Bill? Que tal si se ha unido a la policía y a cambio le hayan dado cierta información? Ahh no sabía nada, lo único que podía hacer era suponer cosas.

Por culpa de ese estúpido lunático las cosas iban de mal en peor para mi. Ya ni siquiera sabía si mi vida tenía arreglo, si podía volver a empezar desde cero. Eso era lo que quizá más deseaba en esos momentos. Que un segundo coche me arrollara en plena calle, y que de repente todo volviera a comenzar.

Me acosté sobre la cama y levanté la mirada hacia el techo. Pensé en demasiadas cosas como para poder recordarlas todas. Fui cerrando los ojos poco a poco, mientras gozaba de los beneficios del silencio. Y fueron unos pocos minutos los que bastaron para que yo me quedase dormido en un sueño realmente profundo.

***

Daba lugar en la noche y en la fecha exacta en la que mi vida había dado un giro inesperado. Se trataba de mi típica pesadilla de siempre. La única que realmente me aterraba.

Llovía demasiado afuera como para escuchar que mis padres me llamaban desde la habitación de arriba, pero de alguna manera sabía que tenía que subir. Lo hice demasiado lento, esperando el momento exacto para entrar, y cuando por fin lo había hecho, yo ya me hallaba al fondo en una esquina de la habitación, abrazandome de las rodillas con los brazos, y suplicando piedad al asesino.

Mis padres y mi tía yacían tirados en el suelo desangrabdose, muriendose. Todos ellos con heridas de balas de una pistola, de la que el asesino les había disparado. Yo todavía no podía reconocer sus rostros, eran demasiados borrosos como para verlos con detalle. Era como si una gran mancha color piel se posara sobre sus cabezas.

Extrañamente yo era un espectador dentro de mi propia experiencia, sólo observaba la escena detenidamente sin tener la capacidad de poder cambiar algo, como si todo eso no se refiriera a mi, como si no me perteneciera. El asesino, imposible de reconocer también, se acercaba a mi otro yo de la esquina, mientras éste sólo gritaba desesperadamente que le perdonasen la vida.

Sus miradas se cruzaron por un momento, como si hubiera sentimientos involucrados en la masacre. Mis ojos reflejaban una expresión agobiante y traumática.

Juraba que el asesino me mataría también de un balazo en la cabeza, y que tampoco tendría piedad alguna conmigo, pero justo antes de que éste pudiese disparar la pesadilla terminaba, y yo me despertaba sudoroso de un gran brinco.

***

Eso era generalmente lo que pasaba, siempre que tenía esa pesadilla. Nada cambiaba, y los rostros, tanto de mi familia como la del asesino, siempre permanecían irreconocibles. Lo único real que me dejaba mi sueño era el sentimiento de estar al borde de la muerte, el cual podía sentir aún después de haber despertado.

Mi teléfono celular vibro de repente. Me había llegado un mensaje al parecer. Pensé que quizá se trataba de Bill, y que era posible que quisiera advertirme de algo en ese momento, pero me equivocaba. Mi celular lo marcaba como número desconocido. No supe si fue la curiosidad o la ansiedad, o si se trataba de ambas cosas, pero yo termine abriéndolo leyendo cada palabra dentro del mismo.

"Yo soy tu y tu eres yo.

Todos tus recuerdos me pertenecen, y mi dolor y sufrimiento son todos tuyos.

Prometo vengarme por cómo me abandonaste, por cómo me destruiste. No te lo perdonare nunca, jamás.

Hiciste la promesa de permanecer siempre a lado mío y de repente tú sólo la rompiste.

Juntos pudimos haber sido algo mejor..."

De qué se trataba todo esto? Era acaso una broma de mal gusto? " Yo soy tu y tu eres yo" o " Prometiste permanecer siempre a lado mío y a cambio sólo nos separaste" No tenía idea de quien le había escrito ese mensaje pero era claro que no había sido mandado por equivocación alguna.

" Quien %#*#* eres?! " le pregunté.

Algo me daba mala espina, sabía que no se trataba de un mensaje cualquiera, de alguna forma me irritaba que alguien me mandara algo así considerando las cosas que habían estado pasando.

" Los policías ya te han encontrado. Ellos vienen a arrestarte. Los testigos volvieron a confirmar su testificación y tu amigo, tu única salvación, te ha traicionado. Desde ahora sólo te queda vivir una vida llena de dolor y sufrimiento con el arrepentimiento de haber matado a tu única familia. Pero antes de eso permíteme verte una vez más, solo quiero mirarme a los ojos una última vez. "

Si sabía acerca de lo de la policía y lo de las sospechas hacia mí de haber matado a mi familia entonces sólo tenía dos opciones. La primera, que era poco probable, era la de mi amigo Bill, el único al que se lo había contado todo. Y la segunda, la más posible, podía tratarse del mismo culpable quien andaba haciendo todo esto. Pero como rayos había conseguido mi teléfono? O como rayos sabía entonces que mi amigo me había traicionado? Yo no creía en eso, Bill nunca haría algo asi, yo lo sé.

Algo en este tipo me irritaba demasiado.

" Como sabes todo eso?! Como puedes estar tan seguro?!? Te juro que cuando te encuentre, te entregare a la policía y saldré libre del caso, pero no antes de partirte la madre primero, si es que no te mayo yo.

Como puedes atreverte a decir que eres yo?! Para mi no eres más que un demente y repugnante psicópata. Alguien como tu nunca podría resultar alguien como yo, mucho menos tratarse de mi mismo."

Sólo sentía odio en mi interior. Debía encontrarlo y acabar con todo ahora mismo, debía saciar mi propia sed de venganza. Este tipo era un lunático definitivamente, era un tipo enfermo con problemas mentales. No lo aguantaba, sólo me sacaba de quicio.

Comenzaba a descobtrolarme conforme intercambiábamos palabras. Pasaron unos minutos y yo no recibí respuesta alguna. Era acaso cobarde o qué?! Porque no respondía a mi mensaje?Necesitaba sacarle su ubicación, necesitaba conseguir información importante. Esperaba impaciente su respuesta, y me enojaba más con cada minuto que pasaba. Estaba haciendo lo que él quería. Por qué seguía haciéndolo? Por qué seguía esperando su mensaje?

Al cabo de otros 5 minutos obtuve nuevamente algo que sólo me enojaría aún más.

" Me gusta esa furia dentro tuyo, en serio que me gusta. Enójate más, odiame más por favor. No puedo contener mi emoción al saber que tienes esos sentimientos tan apasionados por mi. Me resulta excitante de alguna manera, y hace años que no siento algo así.

No puedo prolongar más nuestro encuentro, he esperado años por él. Nos vemos en la fábrica abandonada del puerto al atardecer... si es que la policía no te arresta primero claro, sería toda una pena.

Posdata: A juzgar por la hora yo le cálculo a eso dos minutos, quizá la ventana trasera te resulte una buena vía de escape. "

Era verdad lo que el decía? La policía ya me había descubierto? Ademas, como sabía que estaba cerca del puerto? Como sabía que en mi habitación había una ventana por la cual escapar?

No tuve mucho tiempo de pensar en ello, al cabo de pocos minutos después, comencé de repente a escuchar sirenas de patrullas en las cercanías. Un escalofrío recorrió mi cuerpo entero y el latido de mi corazón volvió a acelerarse. Los policías ya venían por mi.

Doble CaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora