Wanted | STONY 1872

Parte V | No creo

Parece que me inspiré en el libro vaquero que en una película de acción. Ya saben lo que viene ¿no?

El poema que use se llama "No es nada de tu cuerpo" de Jaime Sabines. Se los dejo por si quieren oirlo de la voz del autor. 

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No es nada de tu cuerpo 

ni tu piel, ni tus ojos,

ni ese lugar secreto que los dos conocemos, 

fosa de nuestra muerte, final de nuestro entierro.

Steve escalaba por la cadena que conectaba a esa nave, al llegar al frente notó que estaba siendo manejada sola. La idea era estrellarse para desaparecer a Tony. Se asomó para jalar a Tony y que le ayudara a entender toda esa tecnología. Tony subió sintiéndose mareado, estaban yendo demasiado rápido. Como pudieron, le quitaron a Tony el gancho para liberarlo.

Steve le señaló los controles y Tony se acercó para comprenderlos. Steve sintió un golpe en su hombro, se asustó hasta que notó una pequeña bolsa de cuero pegada a ella. Con esfuerzo la tomó, Tony le grito. El viento era muy fuerte para mantener los ojos abiertos.

-¡VOY A ESTRELLARLA!-Steve se asustó pero Tony le señaló el río, caerían a salvo en aquel lugar. Steve afirmó, aseguró la bolsa y se tomó de la cintura de Tony.

Este comenzó a dirigir el objeto volador, lo bajaba lentamente para acercarse al río. Estaban nerviosos, no sabrían si saldría bien. Tony volteó la máquina y en cuanto se acercó al río, hizo una señal. Saltaron, Steve abrazaba a Tony para que no se golpeara al caer. El agua saltó con fuerza al recibir el impacto de los dos cuerpos. El objeto se estrelló en las montañas de piedra.

Steve y Tony emergieron del agua. Steve sangraba un poco de la cabeza al recibir el impacto más fuerte, Tony sonreía al lograr salir victoriosos. La corriente del río era amable con ellos. Ambos rieron mientras trataban de recuperar la respiración.

...

El río provenía de las montañas, Tony y Steve contemplaron el cielo tratando de recuperar un poco de cordura. Suspiraron, de alguna forma los relajaba saber que ya no estaban en tanto peligro pero si estaban preocupados por el resto de la caravana. Entonces un enorme trueno los sacó de sus pensamientos. Todo el ajetreo ocurrió justo cuando buscaban un lugar donde acampar para la noche pero ahora el clima se les venía encima. ¡Vaya día! Se acercaron a la orilla donde bajaba el agua.

-Será mejor protegernos-dijo Steve levantándose y mirando a lo lejos pudiendo vislumbrar lo que parecía una cueva-. Creo que por allá podría haber un refugio mientras pasa la tormenta-. Tony asintió, se iba a levantar cuando un dolor en el tobillo le hizo quejarse y obligándolo a sentarse de nuevo.- ¿Qué pasa?

-Me torcí el tobillo, al parecer... -Steve suspiró y como pudo lo cargó entre sus brazos para sacarlo del agua, lo acomodó-. No es necesario...

-Está bien, resisto bastante-comenzó a caminar firme, ya en otras ocasiones había cargado a Tony, no es un peso que se le haga desconocido.

El corazón de ambos empezó a latir con fuerza, sus mejillas se sonrojaron. Un recuerdo le vino a la memoria a Tony. Era él de joven siendo cargado por un Steve más pequeño y delgado, seguramente tendrían 14 o 15 años. Tony iba tomado del cuello de Steve, al parecer se había lastimado una rodilla. Lo bajó para sentarlo en una piedra y curar su herida. Cuando Steve terminó, Tony le dio un beso inocente que hizo sonrojar a los dos. Por pura curiosidad, y asegurándose que nadie estuviera cerca, volvieron a besarse.