Eva

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Tú eras Eva y yo Lilith,
yo era una rosa marchita y tú el jardín
me ofreciste tu manzana y al final me hice adicta a tí
y de tanto quererte perdí la sensatez en mí.
Me dabas paz y luego me la quitabas,
me dabas alegría pero luego me la arrebatabas.

Te fuiste un martes 27 y desde entonces ya no giran las manecillas del reloj,
ya no pasan los días en mi calendario;
todo sin tí se ha vuelto frío y ordinario.
Ahora sólo busco tu aroma en cualquier otra persona, te has marchado y me has dejado en ruinas como Roma.

Yo antes era fuego que ardía pero ahora solo soy melancolía, tras de tí solo has dejado un cuerpo sin vida
y tú solo sabes echarme sal en las heridas.

Tenías complejo de Vesubio y me has dejado en cenizas como Pompeya,
por tu culpa han quedado cicatrices en esta epopeya y ya no siento lo mismo al contemplar la Luna llena.

Tú quédate en el Edén disfrutando del paraíso
yo caigo al infierno a maldecir tu recuerdo eterno.

Adicta a lo PsicodélicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora