Capítulo 3

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Confusión, es lo único que ronda mi cabeza. Escucho una voz, como si alguien estuviera hablando por teléfono, aunque no entiendo muy bien lo que dice, además escucho como si alguien estuviera llorando. Siento que mi cabeza está a punto de explotar, mis párpados pesan, me arden mis muñecas y siento que algo me retiene.

-Sí, ojos azules... ajá, aquí está su hija... si si, su esposo también... ¡MALDITA SEA! YA TE DIJE QUE SÍ TIENE EL CABELLO CASTAÑO, ¿QUIERES QUE TE MANDE UNA PUTA FOTO O QUE MIERDA?... aja, y más te vale que me des una buena bonificación porque en ningún momento mencionaste que estaba embarazada...- ¿embarazada? ¿Mamá? ¿Qué está pasando? Y es ahí cuando los recuerdos empiezan a llegar a mi mente. ¡Dios mío! De repente ya no me siento cansada ni adolorida, sino que me recorre una terrible angustia que me hace abrir los ojos. Lo primero que veo es que estoy atada de pies y manos, tirada en el suelo. Escucho a alguien balbucear, subo mi mirada y es papá, en el mismo estado que el mío o tal vez peor, tiene ambos ojos morados y su labio reventado, intercambiamos miradas y asentimos como si ambos estuviéramos preguntado si estábamos bien. Después empezamos a buscar a mamá con la mirada, y al menos eso me alivio un poco ya que al parecer está en un mejor estado que el de nosotros.

-Vaya, al fin se despertó este par- dice el hombre junto a mamá.

-Te lo pido, déjanos en paz, sabes que no ganas nada siguiendo sus órdenes- dijo mamá aun sollozando- ¡si quieres dinero, te lo daremos, pero no nos hagas daño!-

-¿Así que sabes de quién se trata?- dijo preguntando con ironía.

-Cielo ¿de qué está hablando este tipo?- preguntó papá.

-¿Por qué no nos cuentas tu que hago acá, Emma? Al parecer lo tienes más claro que yo-

-En serio, te lo pido, podríamos llegar a algún acuerdo-

El tipo junto a mamá empieza a reírse como un total psicópata, y cuando menos lo espero me levanta de un tirón y me apunta en la cabeza con su arma.

-¡O EMPIEZAS A CONTAR QUÉ HAGO ACÁ, O LE DISPARO!-

-¡Ya! Creo saber quién eres, de casualidad ¿tú no eras el que entraba a la casa y la ponía patas arriba? Las veces que has intentado dañarnos no hemos estado aquí, hasta hoy, ¿me equivoco?-

- ¿Y porque me tomaría la molestia de desbaratar tu casa si se que no están? Aunque no lo parezca, tengo mejores cosas que hacer-

-Eso es lo que no se, siempre pensé que buscabas algo, pero ahora veo que no, en realidad nos estabas buscando a nosotros, ¿o no?-

-¡Wow! Puedes ser perra, pero al menos no eres bruta, admito que me sorprendes- dijo mientras me lanzaba de nuevo junto a papá. -Pero bueno, ya, la charla ha estado muy entretenida pero lamentablemente me han pagado por otra cosa, y como no me queda mucho tiempo, tendré que proceder a hacer mi trabajo- decía mientras en su cara se dibujaba una sonrisa demasiado bizarra, la cual haría que cualquier persona tuviera miedo.

- Dato importante para que sepas Emma, por no contestar los llamados de mi jefe e intentar evadir sus amenazas, morir no será sólo tu destino sino también el de tu familia, así que sabiendo esto espero que me hagas más fácil la búsqueda del puto archivo- ¿Que archivo?, no entendía nada de lo que ese hombre decía, pero tenía bien claro que debía soltarme de estas cuerdas, él dijo que nuestro destino es morir, y no parece que lo dijera en broma.

Mamá estaba petrificada, de repente no tenía voz y estaba pálida como una hoja, y no sé de dónde, pero reunió el valor suficiente para responder.

-¿De qué hablas? Hace muchos años el archivo no está conmigo, el día que tu maldita mafia me atacó, me lo quitaron, ese archivo ya no está en mis manos- Mamá sabía bien lo que pasaba mientras papá y yo no podíamos entender nada, pero por el rabillo del ojo alcance a notar que papá intentaba sin éxito soltarse, y me di cuenta, que el amarre de ambos era el mismo, solo tenía que girarme para ver bien el nudo de papá y así sabría cómo soltarme, y tal vez nadie notaría mi cambio de posición ya que la atención estaba en el archivo. Mientras ellos seguían discutiendo, pude notar que el hombre iba perdiendo la paciencia, cosa que me preocupó bastante, pero él estaba enfocado en mamá así que tuve el tiempo suficiente para arrastrarme un poco más hacia papá, el me miro con una clara advertencia de cuidado en sus ojos, pero luego de unos segundos pareció entender mi propósito así que él también empezó a cambiar su posición con mucha cautela, al llegar un poco más a su lado, analice muy bien el nudo, me gire un poco para disimular mi cambio de lugar y me puse a desatar el nudo lo más rápido posible. Pasados 20 minutos de que papá y yo despertáramos, yo ya casi lograba liberar una de mis manos, ¡UNA! Este tipo de verdad no bromeaba al decir que no escaparíamos y moriríamos, mientras tanto mamá ya había recibido al menos 3 abofeteadas y papá cada vez se desesperaba más por no poder defenderla.

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