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El haz notó que la luz que emitía el humano era muy opaca, casi imperceptible. Además le explicó al rayito que los seres vivos también emiten un tipo de luz y que esa luz puede decir mucho sobre cómo se sienten.
—Entonces, ¿Este humano tiene muy poca luz? ¿Se va a apagar? Preguntó con tristeza el rayito.
—No. Este humano está... ¿cómo se dice?..."enfermo"
—Enfermo, ¿qué es estar enfermo?
—No lo sé con exactitud, pero a los seres vivos a veces les pasa eso. Cuando ocurre no se sienten bien y la luz que emiten se vuelve diferente.
—¿Por eso no ha despertado ni a abierto las cortinas? Y ¿cómo que su luz ya no es igual?. Eso suena terrible. Yo nunca he cambiado el color de mi luz.
—No es tan malo porque cuando a los humanos se enferman empiezan a cuidarse más. Hacen las cosas más despacio y con más calma, al menos la mayoría de ellos.
Nuestro rayito de luz se preocupó tanto porque el humano adolescente estaba enfermo, así que, le preguntó al haz de luz:
—¿Qué es lo que podemos hacer para que mejore?
—Podríamos quedarnos aquí junto a él, acompañándolo y brindandole toda nuestra luz. Dijo el haz.
—¡Lo haremos! Tal y como tú lo hiciste con el árbol. Nos quedaremos aquí junto a él y lo cuidaremos hasta que llegué el atardecer.
—Pero necesita de muchísima luz. Además, ¿Estás consciente de lo que nos pasará si nos quedamos aquí hasta que llegué el ocaso?—preguntó el haz.
—Sí, es posible que mis partículas de luz se empiecen a separar y debido a toda la oscuridad no encuentren la manera de volver a juntarse.
—En mi caso, mis rayitos de luz son los que van a separarse y no sé cómo podría volver a reunirlos— dijo el haz.
—Pero debemos quedarnos, ¡debemos quedarnos porque nos necesita!— dijo el rayito.
Durante un momento el haz de luz se quedó totalmente en silencio, pensando en cómo las cosas podían resultar, para fortuna del rayito, el haz llegó a una conclusión o eso parecía.
¡Vamos a quedarnos dijeron al mismo tiempo dos voces que procedían del haz!. Yo también quiero quedarme dijo otra. Todos los rayitos dentro del haz empezaron a opinar lo mismo, excepto uno.
El rayito principal, el que había reunido a todos los otros pequeños rayitos, no estaba de acuerdo, era demasiado cauteloso, por lo que sugirió, antes que nada, que el rayito que cree ser tan valiente para quedarse hasta que oscurezca, se les uniera. Lo cual era una sabia forma de convertirse en un haz más grande y fuerte.
Nuestro rayito aceptó a pesar de que nunca se le había cruzado la idea de formar parte de un haz de luz, no sabía si podría. Era impredecible y muy impulsivo, características que lo habían convertido en un solitario.
Al unirse todos solo restaba una cosa, permanecer junto al ser que necesitaba de ellos.
Y así lo hicieron, permanecieron junto al ser humano aunque éste no pudiera verlos, sentirlos, ni apreciar lo que estaban haciendo. Se mantuvieron incluso después de que llegó la oscuridad, incluso después de la separación.
Después de todo, la luz no sólo se propaga por doquier, la luz también trasciende y sana.
🌞FIN🌞

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El rayito de luz
Historia CortaÉrase una vez un rayito de luz que llegó desde el sol a la Tierra para cumplir su misión. ¿Crees que lo logre?