Él hermano de mi mejor amiga.

Capítulo 8; No te vayas...

-¿Qué te confunde Emma?- preguntó Mariana y yo miré a Jacob, y si le digo todo creo que sería mejor...  

-Es que yo le dije que la camisa de color negro es mejor que la del color blanco.- dijo Jacob, ¿es en serio? Cuando quiero decírselo, él no quiere.

-Es mejor la del color blanco, estúpido.- dijo Mariana a lo que yo reí falsamente. 

-Bueno vamos, tenemos que buscar a papá.- Mariana se adelantó y aproveché ese momento para fulminarle la mirada a Jacob. 

-Te hice un favor, Emma. 

-¿Un favor? Está enamorada de mi hermanastro, le daría igual si yo...

Oh mierda, que acabo de decir. No, no, no.No puedo describir la vergüenza que sentía en esos momentos, mis piernas temblaban y no dejaba de pensar en la enorme metida de pata que había dicho. Emma eres una tonta, tonta, tontisíma.  

 -¿Sí tú qué?.- preguntó soltando una carcajada. 

-Ya cállate y déjame en paz. 

 Me adelanté al paso hasta alcanzar a Mariana. Recorrimos casi todo el aeropuerto en busca del papá de Mariana, había muchísima gente así que era difícil localizarlo. 

 -¡Mariana!.- se escuchó a lo lejos la voz del papá de Mariana y de Jacob, ella volteó emocionada y ahí estaba su papá. Ella corrió como una niña pequeña hacía los brazos de él, ama mucho a Mariana, es su consentida. 

En ese instante me sentí feliz por Mariana porque mi mejor amiga ama a su papá pero, aveces me gustaría tener a mi papá conmigo... 

 Después de el largo abrazo de Mariana y su papá, él se acercó hasta nosotros y saludó a Jacob igualmente con una gran abrazo. Los tres estaban muy felices y me daba tanta ternura ver que después de la muerte de la mamá de Mariana y Jacob ellos sigan adelante, admiro su fortaleza. 

-Emma, ¿cómo estás? Tanto tiempo sin verte. ¿Cómo está tú mamá?.- preguntó el papá de Mariana mientras salíamos de aeropuerto rumbo al el auto. 

-Mi mamá y yo hemos estado muy bien, ahora mismo ella está en París con su esposo. 

-¿En serio? Qué bueno, ese lugar es realmente hermoso. 

 -Sí, lo sé.- sonreí. 

-Bien papá, ahora iremos a almorzar.- dijo Jacob. 

-¿Cuándo te irás?.- le preguntó Mariana. 

-Cariño, acabo de volver y ya quieres que me vaya.- todos reímos y entramos al auto. 

 Jacob conducía, el papá de Mariana y Jacob de copiloto y nosotras en los asientos de de atrás. 

-Sólo no quiero que te vayas pronto. 

-Me iré dentro de tres semanas pero, ahora estoy acá y eso es lo importante. 

-Claro... ¿Qué vamos a comer?.- cambió de tema Mariana. 

-Comida italiana.- respondió Jacob. 

-Otra cosa. Que sea comida japonesa.- dije. 

-Me encanta la comida japonesa.- dijo el papá de Mariana apoyando mi idea. 

-Ustedes ganan. 

-¿Y cómo has estado tú, Jacob? ¿cómo está Alissa?.

cimi istí ilissi, harta de escuchar ese nombre. 

 -Insoportable.- dijo Mariana. 

-Alissa está bien, estamos bien. 

istimis biin.