CAPITULO II

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•AWKWARDNESS & STILES•

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AWKWARDNESS & STILES•

POV Omnisciente. 

Al llegar al hospital, la pelirroja se bajó del coche junto con Stiles y ambos entraron al hospital .

- Hola - le dijo Stiles a una mujer que se encontraba en la parte trasera de la recepción, lo dijo con tanta naturalidad, que la ojiverde supuso  que ya se conocían.

- Hola Stiles - dijo la mujer sonriente la cual se llamaba Melissa, lo supo gracias a el gafete que se encontraba colgado de su uniforme color morado, pobre mujer, era tarde, se podían ver las ojeras en sus ojos, pero eso no quitaba la sonrisa que adornaba su rostro, era tan...maternal, una sonrisa tan cálida que te hace sentir como en casa, una sonrisa que la chica frente a ella jamás había experimentado.

- Vengo a ver a Lydia Martin - continuó el morocho a mi lado - ¿me podrías decir en que habitación se encuentra?- dijo el castaño un poco apurado, lo podía ver en el, la ansiedad es algo normal en su esencia, pero el chico no paraba de mirar a los costados, esperando a que alguien entrara o llegara, no sabía si eso era una buena o mala señal.

La mujer revisó en la computadora y al final contestó que su habitación se encontraba en el segundo piso al final del pasillo.

Después la mujer se despidió amablemente de Stiles y le regaló a la chica una cálida sonrisa, una sonrisa de madre, de esas sonrisas verdaderas y llenas de amabilidad, una que nunca le habían dado o había recibido y se sintió... bien, fue un sentimiento lindo el que sentió dentro de ella cuando Melissa le sonrió, y la pelirroja no dudó en devolvérsela.

- ¿La conoces? - preguntó a Stiles fingiendo estar un poco confundida ya que se hablaban como si se conociera de hace tiempo, pero que se conocieran era algo que yo ya había supuesto, solo faltaba que lo afirmara, o bueno, reafirmara. 

- ¿A quien? ¿Melissa?- preguntó siguiendo el camino al ascensor mientras de vez en cuando mandaba una mirada hacia atrás para ver qué le siguiera El Paso.

Asintió con la cabeza, mientras caminaban rumbo al ascensor, no se había dado cuenta que se le quedó mirando por demasiado tiempo rumbo al elevador, así que cuando entraron en este, volteo a verla un poco incómodo, y ella lo siguió observando en espera a una respuesta.

-Es la mamá de mi mejor amigo, Scott- respondió el de lunares ante su insistente mirada, mientras el apartaba la suya hacia otro rincón de la pequeña habitación, tratando de ignorar la mirada que lo seguía a cualquier lado.

- Scott McCall ¿verdad? - le preguntó sabiendo que tenía razón, pues sabía que a su "querido" hermano no le agradaba tanto (básicamente nada) el muchacho.

- Si ese mismo...Oye ¿te podría hacer una pregunta? - dijo nervioso moviendo su pierna en un repetido tic, algo que ella odiaba y que raramente hacía, pero ya se había dado cuenta que eso era normal en el, era debido a su ansiedad, suponía

- Claro - respondió simplemente y lo más amable que pudo, pues le sorprendió que siguiera hablando con nerviosismo después de toda la situación que se había hecho presente.

- ¿Porque me estás hablando? digo al fin y al cabo eres Madelaine Whittemore, la chica mas popular de todo Beacon Hills, nunca nos hablaste, aunque vamos a la escuela juntos desde jardín de niños, eres igual de fría que Jackson la mayoría de las veces, y más mala que Lydia, y eso ya es decir mucho- dijo totalmente serio - no entiendo porque de repente eres tan amable conmigo, claro sin ofender.- lo último lo dijo tan rápido, como si se hubiera dado cuenta del dolor en los ojos de la pelirroja, dudaba que lo haya hecho realmente. 

Y ella se quedó estática sin saber que responder, pues todo lo que decía era cierto, siempre estaba con Jackson y Lydia, y eso  no necesariamente significa ser como ellos y sabía que aunque intentara ser diferente, nadie nunca la vería así, siempre verán a Madelaine Whittemore, la abeja reina de Beacon Hills, la perra fría sin sentimientos a la que solo le importa su corona, nadie nunca la verá como Madeleine Whittemore, la chica dentro del cascarón, como una igual, como alguien que siente, como una humana, nunca la verían así, ni siquiera Jackson lo hace, ni su propia familia lo hace, entonces, ¿si la gente no cree que ella pueda cambiar, porque siquiera intentarlo?

- Si te soy sincera Stiles...no...no lo se...no tengo idea...- respondió la única chica en el elevador con una mentira blanca, no se sentía bien al mentir, pero tampoco planeaba contarle la historia de su vida al chico con el que lo único que tenia en común era la otra pelirroja que se encontraba en ese mismo hospital, pero en una camilla, mientras se quedaba mirando al suelo que, ni siquiera ella sabia la respuesta más simple a la pregunta y se quedó pensando en una toda la noche.

Se apresuró para llegar lo más rápido al elevador, pues nada más venía a ver a Lydia, no era buena cuando se trataba de controlar sentimientos o emociones, no con su estado.

Subió en el ascensor tratando de ignorar a Stiles lo más posible, el elevador se detuvo en el segundo piso y empezó a seguir las instrucciones que les dio Melissa para llegar con la chica. 


Había dejado atrás a Stiles, pues no quería entablar más conversación con el por el momento, simplemente no lo vio bien, no lo vio correcto, tampoco se sentía cómoda dudando de si misma, y menos que alguien con el que habló por diez minutos la haga sentir así, simplemente es algo que no pasaba tan seguido; cuando llegó a la puerta de la habitación de Lydia, no le cedieron el paso, ya que solo podían entrar familiares, estuvo dos horas tratando de entrar a la habitación y le seguían negando la entrada, sabía que podía hacer solo un poco más, pero no lo intentó, solo, no lo hizo, se quedó ahi, sabiendo que había una razón por la que no podia entrar, y su instinto le decía que tal vez era lo mejor, o pero que equivocada estaba.

Así que decidió ir a casa , pues ya eran más de las tres de la mañana y tenía que volver para que sus "padres" no se preocuparan por ella, puede que no sean los biológicos, y que la relación no sea la mejor, pero no por eso los mantendría despiertos toda la noche.


























Espero que les haya gustado 

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- Liz Stark 



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• 𝐓𝐇𝐄 𝐑𝐄𝐃𝐇𝐄𝐀𝐃 𝐖𝐇𝐈𝐓𝐓𝐄𝐌𝐎𝐑𝐄 • teen wolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora