The Popular & The Bad Girl [Jerrie & Jasy AU] 《J.T. & P.E. & J.N.》✔

Capitulo 4

-¿¡Es que esta loco?!-soltó Jesy parándose del sofá con una velocidad increíble.

-Es el castigo que se merecen por pelear-sonrió Smeck.

-¡No puede ser posible!

Perrie sólo se quedó sentando ahí mirando desinteresadamente sus uñas completamente aburrida y sin entender la reacción de su compañera. Deslizó sus dedos por el jean que tenía puesto y esperó a que Jesy dejara de comportarse como una infante, inmadura, y por fin aceptaría lo que Robert les encargó a ambas. Miró de soslayo a la popular la cual se encontraba inhalando y exhalando con fuerza hasta parecía un globo de la feria.

Smeck sólo se limitó a deslizar con una delicadeza sus largos y callosos dedos por sobre los papeles en donde la tinta reinaba. Tomó entre sus dedos un bolígrafo negro con toques dorados y lo acomodó en el papel para que después su caligrafía se hiciese presente entre las líneas del trozo de papel. Escribió que, Perrie y Jesy podían perder clases porque ellas se tenían que hacer responsables de hacer todo lo que un trabajador de la institución hace: abrir el portón, limpiar baños/salones/cafetería, ser auxiliares de la sala de computación.

Y, como todo trabajador, venir un sábado.

Terminó de escribir aquella nota para que ambas se lo entregasen a su director de grupo. Jesy lo tomó brutalmente mientras lo guardaba en el bolsillo de sus jeans y sentía la urgente necesidad de destruirlo entre sus manos pero sabía que sí hacia eso terminaría peor parada de lo que ya estaba.

«¿Cómo puede estar tan tranquila?» pensó Nelson.

Perrie le arrebató el papel de las manos a Smeck y se sentó esperando a que dijera algo más, aunque, ni le interesaba tenía asuntos más importantes que hacer.

-Sí no hacen lo que les pido, terminarán con matrícula condicional, agradezcan que no se lo puse, y más a usted, Edwards-dijo el director.

-No me puede poner matrícula condicional-dijo Jesy retando le con la mirada.

-Claro que puedo, Jesy. ¿Por qué dice que no? Soy el director.

-¿No sabes quien es mi padre?-escupió.

-Su padre ¿eh?-Smeck habló-Claro que lo sé, una de las personas más importantes de Londres ¿eso que tiene que ver?

-Mi padre dona cada mes veinte mil dólares al instituto ¿sabes lo que pasaría si lo dejase de hacer porque me pueden expulsar fácilmente?

Robert meditó sus palabras antes de abrir su boca sólo que Perrie se metió en la conversación

-Jesy-la nombrada volteó el cuello mirando a Perrie-¿Podrías de dejar de comportarte como una cría y aceptar el castigo?

-No te metas, Edwards-habló la otra.

-Sólo dijo la verdad-se encogió de hombros.

-¡Váyanse de mi oficina!-dijo Smeck señalando con su dedo índice la puerta.

Ambas chicas bufaron mientras salían del pequeño espacio que es para el directivo mayor. Los colores de los orbes de Perrie y Jesy chocaban con una fuerza y fiereza sorprendente es que... ¡solamente se chocaron! ¿cómo es que han podido llegarse a odiarse por eso? Sinceramente, no tiene ni medio sentido.

Esperaron que sus caminos no se volviesen a cruzar.

Sólo que el destino las tenía preparado otra cosa o alguien...

(...)

Jesy entró a la sala de la enfermería, caminó arrastrando pesadamente sus pies hasta la pequeña camilla que se encontraba en una esquina de la blanca sala. Sus ojos marrones escanearon todo el lugar, tenía la vista un poco nublada y observaba puntitos azules en las esquinas de su ojo izquierdo. Menuda golpiza le propinó Edwards ¿eh?

Suspiró pesadamente mientras esperaba al enfermero.

Agudizó su oído y escuchó como la puerta se abría revelando al enfermero. Jesy no quería ir a la enfermería a que le curen la heridas que tenía dispersadas por todo el cuerpo, pero, sabía que el dolor le iba a carcomer todo el día escolar además de que aunque sabía que todos los que no estaban presentes en la pelea verían sus terribles heridas y sinceramente no quería que lo vieran como una débil, porque, pensó que Perrie tiene menos heridas que ella.

-¿Jesy?-escuchó una voz masculina llamarle.

Volteó la cabeza y se sorprendió a verle él ahí. El hermano de John. Alex McDonald. Aquellos hermanos eran como agua y aceite, fuego y hielo, tierra y mar, electricidad y... creo que ya lo entendieron ¿no? Mientras que John es rubio, él es castaña. John tiene los ojos azules, él cafés. Mientras uno tiene el pelo un poco largo como era John, el otro lo tiene más corto, Alex.

«Qué hace él aquí?» pensó Jesy.

-¿Alex?-frunció el ceño-¿Que haces aquí?

-Debería preguntarte eso yo, creí que ahora mismo estarías follandote a John.

Ese comentario, tenía que admitir, que la ofendió.

-Tú no estudias aquí-decidió ignorarlo porque después sería peor.

-No lo hago-al ver la mirada confundida de la chica, agregó:-No me gusta ser un mimado como tú y mi hermano así que decidí por un trabajo. Me gusta la medicina, así que este trabajo no es tan pesado y pagan bien.

-Ah.

-Ahora, ¿que te pasó para estar aquí?-comentó Alex tomando los algodones y agua oxigenada de una mesa blanca.

-Pues me peleé con alguien ¿no es obvio?.

-Con lo torpe que eres, no me sorprendería que tú sóla te hayas caído de las escaleras-él sonrió.

Jesy rodó sus orbes oscuros.

-Ya, estuve en una pelea con Perrie Edwards-Alex la miró asombrado.

-¿Con ella? ¿¡Es qué acaso estás loca?!-soltó.

-¿La conoces?-preguntó, repentinamente, curiosa.

-Claro. La chica más mala de aquí, ¿crees que no escucho en mi casa como mi hermano se la quiere tirar? Agh, me dan asco-dijo con una mueca en sus labios.

Alex se acercó a la camilla sosteniendo en su mano derecha un algodón remojada en agua oxigenada para desinfectar las heridas. Con cuidado, la colocó en el labio inferior de Jesy y esta dejó escapar un gemido de dolor eso le estaba causando un escozor impresionante pero intentó no sentirlo. Él se aseguró de haberlo puesto bien y vio que de su labio, gracias al agua oxigenada, salía un poco de espuma blanca que daba a entender que estaba infectado.

Puso otro algodón en la parte superior de su ceja ya que el anterior de había manchado de un líquido rojo. El chico le revisó la nariz buscado señales de que este rota y se alegró al darse cuenta de que no lo estaba, hizo que se recostara en la cama y le levantó la camiseta revelando los hematomas que tenía en el abdomen. Jesy sonrió ligeramente al ver como Alex se quedaba viendo su cuerpo.

Sin duda él estaba disfrutando la vista.

-¿Te gusta lo que ves, cariño?-no se contuvo en decirlo en tono burlón.

-Sigue soñando Nelson-contestó tomando un gel

-Admite lo, McDonald-sonrió.

-Jodete-le recriminó él colocando en uno de los moretones el gel transparente.

Lo hizo en todos sus moretones y le bajó la camiseta rápidamente.

-Tienes una hemorragia nasal que te durará al menos dos horas, así que toma-le entregó un algodón-Si te lo colocas el sangrado disminuirá, así y tómate esto para el dolor.

Le entregó una cajetilla en donde habían unas píldoras para dolor. Jesy le sonrió a Alex coquetamente mientras tomaba la cajeta de las manos del chico.

-Gracias.

-De nada Nelson.

Salió de la enfermería y se dispuso a irse a su casa ya que no iba a ir a clases así como estaba.

Esperó que Perrie estuviera peor que ella.