Capitulo 8

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La luna llena estaba en su punto más alto de la noche, la estrellas titilaban débilmente alrededor del oscuro cielo iluminando lo como si de un árbol de Navidad se tratase, creando así, un bonito paisaje el cual admirar. Estaba completamente sólo la carrera <i>20A #12-47</i>. Una de las calles más peligrosas que hayan podido haber existido alguna vez en Londres, pero también la mejor calle para crear disturbios y, como es poco transitada (o más bien nadie va por ahí) es el lugar perfecto para tener un escondite secreto.

Pum.

El sonido de las suelas de las vans de Perrie era lo único que se podía apreciar (además del cielo) en aquella calle completamente recóndita y solitaria. A las doce y media, Perrie se encontraba caminando en un lugar que a simple vista te decía: cuidado, hay peligro.

Observó las abandonadas casas de madera rústica que la mayoría de ellas estaban podridas, sus ventanas estaban clavadas con trozos de madera y clavos en donde de igual modo entraba luz lunar y solar, su estructura de veía como del siglo XIX, y es que, este lugar tiene una historia muy rica, pasó tantas cosas aquí que en cualquier otro lugar del mundo algo muy prometedor para Londres.

Caminó un poco más metiendo sus manos en el bolsillo de su chaqueta para mantenerlas calientes. Aunque en Londres el clima normalmente es caluroso en esa época, la calle War, como le gusta llamarla Perrie, parecía desconectado a la ciudad pues aquella calle quedaba a tres horas de Londres (sí, eso se hacía llamar calle) pero es que cuando ocurrió todo eso en el XIX decidieron dejar el lugar de la masacre los más lejos que pudieron además de que hubo unos sucesos sobrenaturales hicieron que lo alejarán de la ciudad aunque en ese tiempo aún no existía Londres por eso pudieron crearlo lejos de aquello.

Perrie soltó el aire que retenía en sus pulmones por la boca y así ese aire se convirtió en un viento frío por el clima que la rodeaba y eso pasaba en todas las ciudades con aquel clima frío podemos poner de ejemplo a Nueva York cuando está en la época frívola. Restregó sus palmas de las manos después de haberlas sacado del bolsillo. Admiró el pequeño tubo con las letras K.B que reposaba en sus manos, era una pieza de útil importancia.

Sin duda, aquello sería una pista para Perrie.

Se dio cuenta de que, al fin, había llegado a su destino. El hospital abandonado de la calle War era el lugar donde ella siempre iba todos los jueves sin excepción alguna, bueno, excepto la vez que la se peleó con Jesy y pues desde eso (que sólo ha pasado una semana, en realidad) no había vuelto.

Hasta hoy.

Entró lentamente por las puertas de madera rotas y movió sus pies hacia la débil luz titilan te del fondo del largo pasillo lleno de puertas. Los animales nocturnos hacían sus sonidos haciendo ver el hospital un lugar mucho más tétrico y escalofriante de lo que es. Llegó a la habitación que sólo tenía una lámpara que luz emana, y una mesa con seis sillas más (una de ellas es de Edwards) y una pequeña mini nevera. Cuando su cuerpo se hizo presente en la habitación los otros cinco voltearon sus cuellos rápidamente y en su cara se podía leer la expresión de alivio.

-¡E!-exclamó uno de ellos-Creí que no ibas a venir.

-¿Por quien me tomas, eh,H? Cumplo con mi trabajo-soltó despectivamente Perrie.

H es la única persona que entra en el mismo rango de edad de Edwards, y, podríamos decir que es la única persona que soporta la bipolaridad de Perrie y también que Perrie la soporta y es la persona conocida favorita de ella. ¡Oh, vamos! ¿Creyeron que el pelo tinturado tiene amigos? Váyanse a tomar por el culo. Sus orbes azules es canearon a los humanos y se dio cuenta de que eran los mismos de siempre. Se acercó lentamente a la mesa y se sentó en su usual asiento.

The Popular & The Bad Girl [Jerrie & Jasy AU] 《J.T. & P.E. & J.N.》✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora