NekoLucy

Neko-7

(...)

Estaba recostado en la cama, y Lucy jugando con un ovillo de lana, de no se donde.

El baño fue incómodo, más después que tuve que explicarle que "esa" parte es delicada y no se toca.

No muy convencida, dejó de preguntar y siguió jugando con las burbujas. Como ahora está en modo gato no me incómoda tanto.

  -Lucy, ¿Porque no vamos a por un collar para ti?- dije captando su atención, maullo al instante.- Pero no te transformes- ella asintió y de un salto se subió a la cama.

No tenía nada que hacer y tenia que distraerme, no quería recordar nada. Mucho menos aquello. Fuimos a la pequeña feria de los días domingos, donde venden cachureos y baratijas. Vimos un montón de collares, pero no le gustaba ninguno y me lo demostraba al hacer un desprecio, al que le alzará.

  -¡Mira Lucy!, ¿Que tal este?- le mostré un collar azul con detalles dorados y en la parte de la placa era una pequeña llave. Ella lo comenzó a golpear con la patita.-Señor, me lo llevo- lo pague y nos fuimos a una banca de un parque.

  -Y... ¡Tachan!- dije cuando ya lo traía puesto le mostré el móvil apagado, para que se viera. Me miró, entendí en ese momento lo que quería.

  -¡Ah no!, ¡No me hagas ojitos del gato con botas!, no caeré tan fácil, Lucy- y como si ese fuera el detonante, me miró con ojos sumente tiernos, decidí mirar a otro lado.-¡Nop!, no lo conseguirás- con los ojos cerrados sentí como clavaba sus garras en mi pantalón. Abrí los ojos...

Unos metros delante de mí, se encontraba Lissana con Erza, esta se veía enojada. Un escalofrío me recorrió el cuerpo, y recordé todo lo sucedido, los ojos me ardieron. Mire a Lucy, que las miraba fijamente, volví mi vista y nos miraban. Comenzaron a caminar hacia nosotros. ¡Tragame Tierra!.

  -Natsu- llamó, pero no me atreví a mirarla.

  -Natsu, te hablan- ¿De que lado estas, Erza?, porque del mio, no lo parece.

  -Estoy escuchando - fue lo único que pide decir sin que se me cortará la voz, mientras miraba y acariciaba a Lucy.

  -Yo... yo, quiero disculparme contigo Natsu...- dijo, ¿Quiere disculparse por romperme el corazón?. Sentí las garras de Lucy, me esta  transmitiendo fuerza.

  -Pues, ya te disculpaste, ahora me voy- Trate de pararme, pero Erza con su fuerza bruta, como ella, me sentó.

  -Ustedes tienen que hablar, me llevo a Lu- La tomo pero esta no soltaba mi pantalón. Erza la jalo un poco y se soltó, se fue con ella. A canijo, ¿Y ahora que ago?...

  -Natsu...- se sentó a mi lado y tomó mi mano, pero la saqué al instante.- Tengo que explicarte todo- Pero yo no quiero que me explique nada, ¡Que no entiende!, ¡Claro y ahora hablo sólo!.

  -No es...- me tomo del brazo.

  -¡Es el momento, Natsu!- me sacudió un poco y fue cuando me voltee a verla, su mirada azul cielo choco con la mía. Sentí burbujas en el estómago, pero a la vez un dolor fuerte en el pecho.

  -Hace tiempo que yo ya no siento lo mismo por ti- Eso fue un golpe bajo- Y... comencé a sentir cosas por otro, no se como, yo no quería, no quería engañarte...- Sus lágrimas bajaron y soltó mi brazo, estaba siendo sincera.- Descubrí que el sentía lo mismo que yo... y comenzamos a estar justos, yo no quería decirte, no quería romperte...- No se de donde sacaba la fuerza para no llorar. -No quería que te sintieras mal, pero ahora me doy cuenta... que era mejor, decírtelo, pero... pero ¡Tenía miedo!- Tapó su rostro con ambas manos, mientras lágrimas resbalaban por sus dedos.

  -Lissana...- Llame, y levantó la cabeza.- ¿Lo amas?- Me costó pronunciar la palabra, ella asintió.

  -Cómo a nadie...- dijo y yo solo sonreí, acaricie su cabello blanco, cual nieve, y comencé a caminar.

  -Eso es lo que importa- la mire sobre el hombro sonriendo, ella me devolvió la sonrisa.

Tengo que ir por Lucy...

(...)

Llegue a casa sin decir una palabra, y fui al sofá donde deposite a Lucy a mi lado.

  -Transformate... -Pedí y de ella salió una fuerte luz que me obligó a cerrar los ojos.

En un instante sentí sus brazos rodearme el cuello y apoyar mi cabeza en su pecho. Comencé a sollozar, no quiero llorar no mas.

  -Llora... puedes llorar, aquí nadie te jusgara... - De la nada las lágrimas comenzaron a caer, ella me empezó a cantar, su voz era angelical, con cada tarareo que hacía, sentí que mi corazón se oprimía, pero no por pena. Perdí la noción del tiempo y caí dormido, pero aun así, podía sentir su voz retumbar en mi mente y las caricias que me daba en el cabello.

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Hello!!

Espero les haya gustado el cap.

K4ro|Cambio| Y fuera.