Podría maldecir el día que te conocí, el día que acepté una primera salida.
Podría maldecir ese primer helado en el que no pude dejar de reirme como drogada sólo por un par de bromas tuyas.
Podría maldecir la primera vez que nos enbriagamos juntos y terminamos traumandonos con una canción.
Quizá podría aborrecer de la vez que conocí a tus amigos y todos me cayeron bien.
Puedo odiar la primera vez que nuestros cuerpos se tocaron por culpa del alcohol y me volví adicta a tu forma de darme placer.
Dejaría al viento los orgasmos que provocan tus manos en mi al rosarme.
Intentaría olvidar cuando en mi cama recorrí tu espalda y cada poro de tu piel.
O intentaría mentirle a mi conciencia borrando la vez que me fijé en tus labios sin querer y al besarte encontré una droga letal y adictiva.
Quizá borre el sabor de tus labios contra los míos.
Intentaría olvidar que entre bromas me fijé en tus ojos y en el brillo que reflejaban.
Negaría ante todos los Santos que cuando me acuesto en tu pecho el mundo se detiene el mismo lapso de tiempo.
Podría maldecir tu nombren, negando que cuando mis labios no dibujan una sonrisa tras pronunciarlo.
Podría hacer todo esto en mi y ante cualquier persona pero la verdad es que no me arrepiento de un sólo segundo que he compartido contigo.
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Amor de un café
TienerfictieLa vida tiene poesía en cada paso, en cada momento en cada respirar, en cada latir. No hace falta ser poeta para ver lo hermoso en las cosas más simples; no es necesaria una cantidad de letras en el verso no la cantata de la estrofa en el amor, en...
