S De Ardo En Llamas

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¿Recuerdas, acaso, la noche en que la luna estaba en el techo?
Tumbada con nosotros en tu habitación...

¡Ah! Luna mía, cuanto me gusta que acaricies los ojos de quienes duermen.

No necesito de drogas ni alcohol para quererte más que el amor azul,
Ni silenciar las murmuraciones
De los arlequines marchitados

Pero eres una mierda de persona, es un hecho.

DescuartizarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora