Sin ser

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Hacía frío. Era tarde. La mente arde.

Tú, gastando cada segundo en inhalar el tiempo y curar las dudas

Yo, siguiéndote cada paso con la mirada, esperando ver el sol nacer.


- No quiero ir -

El laberinto solo tiene un camino

y los techos y los suelos se hacen hielo bajo la carne desnuda.

y tú, con raíces entre los labios apuntando al firmamento

y yo, ahogándome entre el barro que deja la sangre de mi patria


- Pero has de ir -

Con cuerpo y alma, entregado a la inercia del desfile entre cadáveres ambulantes

siguiendo sus pasos, desgarrándote la piel

dejando al viento las palabras que solo escriben las flores

y creyendo que algún día podrás regresar.


No, mi querido invierno, no hay por que mirar atrás.

DescuartizarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora