LA FÓRMULA DEL AMOR [Yoonmin]

La Fórmula Del Amor

¡Hola! Bienvenido a mi primer fic Yoonmin. Espero lo disfrutes :3

~Sábado 31 Julio 1999~

Me mire con euforia al espejo, el precioso y elegante traje blanco que portaba, me hacía lucir tal cual un principe.

Desde pequeño había soñado con éste día. Quería llorar de la emoción, podía mirar por la ventana la gente ir llegando al jardín para presenciar la gran ceremonía que nos uniría a él y mi.

Iba a ser un día especial, se cumpliría uno de mis más grandes sueños. Casarme con el amor de mi vida, tener una hermosa familia y vivir feliz por siempre. Puede sonar algo fastidioso, pero yo creo que los finales felices si existen en la realidad

Unos leves golpes resonaron en la enorme habitación interrumpiendo mis pensamientos.

—Adelante —hablé en un hilo de voz aún mirando mi reflejo en el pulcro espejo.

La puerta fue abierta y pude ver por el espejo de quién se trataba.

—¿Cómo te sientes, cariño?

Sonreí con felicidad y me gire a mirarla.

—Me siento realmente nervioso, no sé como saldrá. —Me gire y la mire con ojos cristalinos.

—Oh cariño, debes de calmarte, los nervios son lo más normal —dijo acercándose a mí —Aún recuerdo cuando me casé. Tu padre estaba más nervioso que yo —suspiró con melancolía. —Pero olvidemos eso, hoy es tu boda y no quiero que llores por cosas tristes. —Se acerco aún más y me dió un gran abrazo. Mi vista se nublo de repente y no puede evitar soltar un gemido de dolor.

—Tranquila mami, no estoy llorando por eso. —Susurre —Temo dejarte sola, y luego con tu enfermedad me da miedo que te vaya a pasar algo.

Su expresión cambio a una de enojo, o algo parecido.

—Jimin, deja de decir eso —hablo en un tono serio —Tú tienes derecho a hacer tu vida, tienes diecinueve años, tu juventud no es eterna. Ahora puede parecer que te queda mucho tiempo aún para casarte pero te diré algo. No habrá otro que te ame más que Jungkook, y menos con el gran estatus social y económico de ese muchacho.

Asentí rendido. En mi mente no era precisamente lo que estaba pasando, si estaba preocupado por mi madre, por lo que pudiese llegar a pasar en mi ausencia. Tenía miedo, sí. Pero tenía más miedo de saber como se formarían las cosas después de la luna de miel.
Quería creer que aquella señora de tez pálida y expresión dura me aceptaría también. Yo no venía de una familia de clase baja o media, pero no estaba al nivel de la familia de mi prometido, y eso no era del agrado de la señora Jeon.

—Yo estaré bien, mientras tu lo estés, lo estaré también yo —lo estaba haciendo muy bien, demasiado diría yo. En el fondo, sabía que mi madre estaría más sola que nunca. —¿Listo?

Cómo último vistazo me mire en el espejo, sonreí levemente y me gire hacía mi madre.

—Estoy listo. —Dije muy seguro de mis palabras. Ella asintió tranquilamente. —No puedo esperar a bajar y convertirme en su esposo -
—añadí convencido de que jamás me arrepentiría.