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Mierda.

"¿Me sueltas?" Pregunté fulminándolo con mi mirada. "Por cierto, soy alérgica a las nueces."

"Vamos a mi habitación" Me ordenó mientras el caminaba en frente de mí. Al llegar a la habitación el se adentró en el baño. Me quede de pies  frente a la cama esperando que saliera. Retorcía un poco de mi cabello en la parte de atrás. Después de dos minutos lo ví salir del baño.

Todo escaló demasiado rápido.

Sentí mi corazón en mi estómago cuando lo ví caminando hacía mi mientras desabotonaba su camisa. "¿Que haces?" Di un pequeño paso hacia atrás.

"No creerás que te compre para tenerte de adorno. ¿O sí?" Soltó una risita.

"Por favor señor" Suplique poniendo mis manos en frente de mi cuerpo. Sabía que no era viejo, pero pensé que ser respetuosa cambiaría algo. Se quitó la camisa dejando me ver la perfecta parte superior de su cuerpo.

"¿Señor? Acabo de cumplir 20." Temblé al sentir sus manos en mi trasero. Cerré mis ojos al sentir sus tibias manos viajar hacia abajo de mi blusa. No pude evitar deleitarme a su toque. Sentí sus labios en mi cuello dejando besos mojados. Sentía como se me erizaba la piel. No importa en la situación que estés, ser tocada con tanta delicadeza siempre te hará sentir esa chispa en tu sexo. Añadiendo que el chico no estaba para nada mal. Pero después la realidad te da una patada en el estómago, y te das cuenta que todo será arrebatado de ti.

Sentí como me había arrebatado el sostén, sus grandes manos estaban en mis pechos. Me odié por sentir tanto placer cuando empezó a tocar mis pezones. Los rociaba con tanta delicadeza, le dió un pequeño apretón. Y Dios, se sintió tan bien. El seguía besando mi cuello.

"Por favor, deténte ." Logre decir tratando de no jadear. Mis ojos estaban fuertemente cerrados. En realidad quería que parara.

Su lengua viajó hacia mi oreja y suspiró. "Se que no quieres que me detenga." Susurro. Ya podía sentir mi feminidad mojándose. Soy una adolescente, no es mi culpa.

"Por favor" Sentí como mis piernas se debilitaban.

"Mírame a los ojos y dime que quieres que pare." Esas palabras, llevo sus manos a mi trasero, esta vez adentro de mis pijamas y bragas. Levante mi mirada y encontré sus ojos, los míos estaban ya cristalizados.

"Por favor," le rogué por tercera vez. "Para."

"Okay" No creí que escucharía eso.

Y me soltó. Dio varios pasos atrás y me miró de arriba a abajo, sus ojos pararon en mis pezones, se notaban a través de la blusa. Sentí mis mejillas ponerse tibias. Y miré hacia abajo por lo menos aliviada. Levante mi mirada, no pude evitar ver su pene erecto en sus pantalones deportivos.

Mire hacia la esquina de la habitación claramente avergonzada. Estaba aliviada de que no pasaría nada.

"Sabes," lo mire a los ojos. "Mejor no" Camino rápidamente hacia mí para luego aventarme a la cama y subirse arriba de mí, entre mis piernas. Podía sentir su miembro. Sentí mi corazón latir en mi estómago. No quería que pasara.

No así.

El se dedicó a mirar mi rostro, podía sentir su respiración en mi rostro. "Eres hermosa," Menta fresca, era uno de mis olores favoritos.

Sentí algo empezar a vibrar el sus pantalones seguido por un tono. El tono de todos los iPhones, básicamente.

Lo sacó de su bolsillo. Sentí el gran peso en mi corazón desvanecerse lentamente. El aventó el celular a la cama después de rechazar la llamada y me miró.

Yo simplemente estaba hay como una estúpida, tratando de no cometer ningún error que cause que fuera castigada.

El celular volvió a sonar. Voltee mi cabeza para ver quien era.

❤️ Mía ❤️

El frustradamente tomó el celular y se paró de la cama. Y se puso a dar vueltas alrededor.

"¿Hello?" Contestó mientras corría sus dedos por su rizos. "Si Mía, estoy en casa" Se sentó en la orilla de la cama. "Me quedare aquí por un par de años, necesito tiempo para mi y mi familia" Me tiré la colchas encima. " Si, familia. Acabo de enterarme de que tengo una hermana pequeña, ella es mi responsabilidad y quiero pasar tiempo con ella."

Solté una risita a su idea. En verdad nos parecemos, ojos esmeralda y el mismo color de pelo.

"Sí, se llama Alyssa." Seguí escuchando. "¿Como que estás en camino acá?" Exclamó haciéndome resaltar. "Claro que estoy feliz, escríbeme cuando llegues. Bye." Y corto.

"Se quedará por dos semanas," Sonreí fuertemente todavía debajo de las sábanas. "Estará aquí en 30 minutos. Tu nuevo nombre es Alyssa Styles," Salí de las sabanas.

"¿Es tu novia?" Pregunté, el me miró raro. "Perdón," respiré hondo y rodeé mis ojos.

"No," suspiró. "Puedes quedarte con la habitación. Demonios, se suponía que te iba a estrenar"

No pude evitar sonreír, si Mia se encontraba en casa yo no seria abusada.

"Ha!" Reí, punto para Alyssa.

No me di cuenta que tan mal estaba.

Vendida  | Harry Styles |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora