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Desperté de una, sentí mis ojos llenarse de lágrimas. No había sido un mal sueño, mire alrededor por un segundo. De seguro me compró un viejo gordo baboso.

Escuché a mi estómago, sonaba como una ballena la cual se encontraba muriendo.

Mire a mí alrededor.

Me levante de la cama y vi mi reflexión en el espejo

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Me levante de la cama y vi mi reflexión en el espejo. Parecía una momia. Busque el baño, no fue difícil encontrarlo. En un rincón del baño se encontraban muchas bolsas de tiendas de ropa y ropas interiores. Y bolsas negras.

Mi cuerpo necesitaba agua, mis poros mendigaban agua fresca. Deslice la puerta de la ducha y me adentre en esta. Y lloré, Había sido vendida.

Termine de ducharme de pies a cabeza. Al terminar tome una de las toallas que estaban cerca. Ví una nota en la pared.

"Todo es tuyo."

Habían dos armarios en la habitación, empecé a guardar la ropa en el que se encontraba vacío. Trataba de respirar y de decirme a mí misma que todo estaría bien. Arregle mis cosas de higiene femenina, perfumes y cremas.

Me topé con más de 5 lencerías. No pude evitar sentir mis cachetes calentarse. Al terminar me lave los dientes y tomé una pijama.

Deje caer la toalla en el piso para ponerme ropa interior. Justo cuando me subí las bragas. Escuché la puerta abrirse y mi corazón saltó un latido. Oh no, el viejo me va a violar.

Estaba tan equivocada.

Me agache a tomar la toalla y me cubrí cara junto a mí cuerpo. Estaba mirando hacia abajo, evitando mirar a mi dueño.

¿Que será de mi vida?

Los pasos se acercaba, empecé a dar pasos hacia atrás hasta que sentí la fría pared en mi piel. Sentí sus tibias manos en mi cintura. Su otra mano causó que mi toalla cayera al piso, seguía mirando al piso. Sentí sus dedos en mi barbilla, lentamente me hizo mirar hacia arriba y nuestros ojos se encontraron.

Sus ojos verdes fueron fácil de perderse en, profundos y llenos de misterios. Su rostro era más allá de lo perfecto, cejas, nariz, labios, todo. Y después estaba su cabello, rizado y largo, me acordaba a chocolate. Porque alguien como el tendría que comprar chicas cuando el la podía tener a todas con tan solo extender los brazos. La realidad me acacheteó, ¿y si las compra para darse gusto y luego asesinarlas?

El se inclinó a mí oreja, suspiró antes de susurrar a mí oído "No hay nada que no veré luego" para luego morderla. Con ese acento inglés.

Me moví hacia el lado y rápidamente me puse mis pijamas. Sentí su mirada en mi. Y no pude evitar que las lágrimas caigan de mis ojos, los limpie rápidamente y lo mire.

"¿Podemos comer?" Esto fue lo único que pudo salir de mi boca. El asintió y fue enfrente de mi, lo seguí dando pasos largos.

Llegamos a la cocina y el empezó a cocinar algo mientras yo lo observaba sentada en unas de las sillas del comedor.

Llegamos a la cocina y el empezó a cocinar algo mientras yo lo observaba sentada en unas de las sillas del comedor

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En 30 minutos puso unos platos en platos de comida en frente de mí junto a un vaso de jugo. Amo tanto comer y ni siquiera me apetece. El se sentó en la tercera silla a la izquierda y yo había tomado asiento en primera a la derecha.

Y empecé a comer. El estaba mirándome y comiendo nueces de un frasco de cristal. Soy alérgica a las nueces. Era tan alérgica que podía sentir mí garganta doler aunque que el no estaba tan cerca.

"Sobre las reglas" dijo mientras se comía un puño de maní, mis ojos viajaron desde la comida hacía sus ojos.

"Regla número uno, escapar significa un castigo, y no me refiero a solo follarte sin que quisieras" No pude evitar ver su sonrisa afectada.

"Dos, haces lo que yo te diga. ¿No quieres? Más castigos para ti." No pude evitar solar una risita y tratar de cubrir mis labios.

"¿Te da gracias?" Me fulmino con su mirada. "¿O será que no te gusta tu vida?"

"Digo, al final del día estoy muerta. ¿No es así?" Lo miré con furia mientras me levantaba de la silla y caminaba hacia las escaleras.

Fui jalada hacia atrás en el tercer paso que había dado. Fue tan fuerte que logró voltearme. Se acercó lentamente y levanté mi mirada, la cual se encontró con sus ojos, estaban llenos de furia. El miró el techó y pidió por paciencia mientras de sus labios salía una falsa risa.

"No creo que sabes en lo que te estás metiendo Alyssa Brown." Dijo mientras miraba hacia abajo con una expresión seria. ¿Como diablos sabe mi nombre? Esta era la expresión que estaba escrita en todo mi rostro.

"¿Como-" fui interrumpida por una risita.

"Se quien eres, digamos que conozco a tu padre." Una pizca de esperanza. " Y digamos que no somos buenos amigos."

Mierda.

Vendida  | Harry Styles |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora