30. Permanecer

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4 meses después

- Son veinte dólares- dice el muchacho detrás de la caja.

- Claro, ten- le paso el dinero y me da mi porción de torta de chocolate y mi frapuchino de frutilla.

Busco una mesa y me siento, dejo la mochila de lado y me digno a desayunar como se debe. Llevo casi cuatro meses en la universidad, y estoy volviéndome loca. Realmente hay cosas que me son bastante difíciles, como recordar fechas o nombres. Todos venimos a la universidad juntos, Sam esta cursando conmigo psicología. A ella le va un poco mejor que a mí, pero sigue siendo difícil. Shane y Theo estudian ingeniería; mientras que Luke y Michel estudian medicina. Kat viene a estudiar, pero pronto dejara de hacerlo, está estudiando profesorado en historia y le va de maravilla; además todos la adoran, a ella y a su pansa.
Simón nacerá en un mes aproximadamente y todos lo estamos esperando ansiosos. Por su parte Devon está mejorando o es lo que él nos dice. Aunque las secuelas de la quimioterapia se notan y mucho, su cabello está muy corto y él está muy delgado. No es el mismo, bueno ninguno es el mismo.

Todos cambiamos para bien, ahora somos más responsables y tratamos de ayudar a mi amiga en lo que más se puede. O en teoría lo intentamos.
Hojeo las páginas del cuadernillo que tengo adelante, estoy algo preocupada, en una hora rindo una evaluación súper importante y no me siento lista. Necesito dos semanas mas para estudiar, aproximadamente. No puedo concentrarme mucho, porque me duele horrores la cabeza.

Cuando desperté a eso de las siete, Shane ya no estaba lo cual es muy raro porque empieza a cursar a las diez los viernes. Mi amiga y Devon se estaban yendo a un control general del bebé, y los demás estaban desayunando. Quise salir del departamento porque todos estaban algo alterados, ya que casi todos los días de esta semana habíamos rendido algo, y eso nos quemaba las neuronas. Fue difícil adaptarnos al ritmo universitario porque veníamos de unas vacaciones súper relajadas.
Cuando llegue a Starbucks empezó a llover, agradecí haber venido en el auto, porque si no me empaparía con toda el agua que cae. Lo único bueno de todo esto es que, dentro de poco, más precisamente en una semana empezábamos el receso invernal, duraba un mes y medio este año. No sé muy bien porque, pero lo agradecía, porque llegaría Simón para esas fechas y no sonaba muy agradable tener que estudiar con un bebe llorando todo el tiempo.

Haríamos una cena súper linda para navidad en la casa de Theo, en los Ángeles. Su familia nos había invitado a todos, asique solo esperaba irme y relajarme un poco.
Necesitaba volver a acampar con malvaviscos. Sonrío al recordar la fogata y el amanecer, a Sirius corriendo y jugando con las gaviotas. Todo fue tan mágico que lo repetiría una veinte veces más. Hablando de mi perro, bueno él fue padre hace poco con la perrita de una chica que conocí en la veterinaria; tuvieron siete cachorros muy hermosos. Decidimos regalarlos y así lo hicimos. Fuimos al parque y en menos de dos horas, los siete caninos tenían un hogar y una familia que seguramente los amaría.

Me subo al auto y voy directa a la universidad, estaciono bajo un sauce y corro para intentar no mojarme, aunque es en vano. Entro al aula choreando agua portodos lados, veo a Sam y me siento con ella.

- Llueve un poco eh- dice sonriendo

- Solo un poco- termino de acomodarme- que tal todo, ¿muy estresada?

- Solo un poco- ríe- es decir creo que me va a ir bien, pero no estoy muy segura.

- ¿te apetece repasar un poco antes de que el profesor entre?

- Si por favor.

Repasamos por unos diez minutos, y agradezco haberlo hecho porque me sirvió muchísimo para la evaluación. Termine un rato después de Sam y fuimos a nuestra próxima clase. La mañana se pasó volando y cuando quise darme cuenta estaba conduciendo a casa para almorzar.

Princesa de Dos Coronas  ||COMPLETA||   #DDOAwards #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora