El Renacer del Fuego

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Hace mucho tiempo en una galaxia muy muy lejana...

EPISODIO III

EL RENACER DEL FUEGO

Los Siths vuelven a asolar la galaxia. El caos se apodera de la República. El nuevo emperador del renacido Imperio Sith, Darth Artaxias, ha reunido a las grandes organizaciones criminales a su causa logrando así reunir el mayor ejército jamás visto en la galaxia.

Sin embargo, en el corazón de la República reina el desorden. A causa de la inesperada guerra, el gobierno en funciones no ha tenido tiempo de realizar unas elecciones.

El joven Dant, no obstante, sigue intentando asimilar lo vivido aquel día con el anciano de Coruscant. Su maestro, no acepta sus pretensiones a la política, causando así un gran dilema moral en el inocente muchacho...
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Soledad, la inmensidad del espacio te envuelve y te hace sentir insignificante. Es una sensación fría, no sentir nada a tu alrededor, nada a lo que aferrarte. Dant lo sabía, se sentía extraño, aquel lugar siempre aparecía en sus sueños. Era una nexo con la realidad, él estaba solo en la vida. Ya nada le ataba a aquel universo salvo su maestro, pero había perdido toda esperanza cuando este se negó a aceptar sus ideas. De repente, vio una luz a lo lejos, algo lo llamaba y se acercaba cada vez más hacia él. Cuando quiso darse cuenta, estaba en su cama, sudoroso, con una respiración entrecortada. Su maestro observaba desde la puerta.

-¿Otra vez el mismo sueño?-Arqueó una ceja.

-Sí.-Se incorporó apoyándose sobre el respaldo de la cama.-Maestro, jamás aprenderé a controlar la fuerza, mi auténtico deber esta con la política, ayudando a las personas...

-La política no busca ayudar a las personas, Dant.-Se acercó lentamente a su escritorio.-Es todo un conflicto de intereses. El pueblo vive en una completa sumisión, este desea ser gobernado, por eso existe un senado. Si tanto les importase la política, saldrían a la calle y se harían notar.-Respiró profundamente.

-Pero maestro, eso ya lo hace la gente.-Le mira confuso.-Creo que en tu interior lo que piensas no se corresponde con lo que estás diciendo.

-Solo uno es capaz de mirar hacia sí mismo y comprender que le sucede joven aprendiz.-Tras estar contemplando varios libros que tenía encima de su mesa, tornó su cuello para mirar a Dant.-Estamos en guerra y tú eres joven, no deberías preocuparte por asuntos de dicha índole.

-Ayudaría más estudiando política que como caballero jedi.

-En estos momentos, cualquiera con un ejército ayudaría más que cualquier político.-Volvió a respirar profundamente.-Esto es algo a lo que jamás nos habíamos enfrentado, Dant.

-Lo sé.-Se sentía indignado, aunque a la vez, desolado.

-Algún día encontraré al viejo que te metió en la cabeza esas ideas.-Caminó hacia la puerta.

-Y, ¿qué hay del otro viejo maestro? ¿El ex-canciller Josse?-Dant se alzó sobre las palabras de Kon.-El otro día os vi juntos en los callejones cercanos al Senado.-Su maestro se paró en seco.

-Eres astuto Dant, desde que tus padres murieron y te tomé a mi cargo, supe que eras un chico astuto, pero toda astucia, requiere de entrometimiento, y por lo que veo tú no eres una excepción.-Reanudó la marcha.-Un consejo, Dant, no vayas allá donde no has sido invitado.

Aquello dejó atónito al aprendiz. Su maestro no era el que una vez fue, algo sucedía en su interior. Dant no dejó de pensar en ello durante los días siguientes. Cada vez que acudía al templo, intentaba mantenerse alejado de cualquier distracción que pudiese involucrarle en alguna situación que enfadase a su maestro.

Star Wars : Fuerzas del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora