Ciana

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"Cuatro castas en guerra por el dominio.

Tres chicos capaces de cambiar lo inalterable.

Dos almas nacidas para ser una.

Una tierra mutilada por las ansias de poder.

El amor puede ir de la mano con la guerra, pero siempre alguno puede tropezar y separarse en el camino.

Ambos son los amantes perfectos."

Bienvenidos a otro capítulo de la tragedia griega que representa mi vida.

El día de hoy hablaremos de Crepúsculo y la necesidad insana de meter el romance hasta en la sopa

El amor triunfa sobre la guerra, la incertidumbre, el no saber quién eres. Lo único que importa es tener con quien coger, y más si es un licántropo sexy.

Porque no importa que te persigan cazadores de licántropos, no importa que seas un refugiado de guerra en un mundo en el que cualquiera pueda traicionarte. No importa que hace menos de media hora no sepas quien coño eres ni quienes son tus padres o de dónde vienes.

Lo único que importa es el amor. El amor heterosexual.

Hasta aquí llegamos, nos vemos en la próxima emisión de mis tragedias.

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No. No tienen tanta suerte.

Quiero hacer énfasis en la sinopsis, y vamos a ir paso a paso. Debo decir que obviamente esto es una opinión personal, solo que llena de bilis por el trago amargo de darme cuenta que podemos pintar una historia de fantasía con todo el romance del mundo y tirar por los suelos las buenas intenciones y total credibilidad de nuestra novela.

Comenzando por la presentación de la historia, la portada es hermosa. Llena de misticismo, al igual que el título e incluso la primera frase de la sinopsis. Y hasta ahí, después es la epifanía de un romance como no hay dos —pero ya hay miles— en el universo que salvará al mundo y a todo lo que conllevan esas cosas que ya no tengo ni por qué darle vueltas.

Volvamos a ser objetivos, con los pies en la tierra. Ubicados desde aquí, podemos seguir. Debes saber querido lector la aversión irracional que siento por el romance. No es que sea malo, creo que es una buena idea. Creo que el amor es la principal motivación de un ser humano, pero un ser humano normal. Uno que no tiene un pasado detrás, uno que tiene que dejar todo lo que conoce pero aún sin motivo aparente.

De nuevo me encuentro con una historia que comienza por la mitad, encontrándonos en el nudo de la situación. Ciana, la protagonista aparenta ser una chica completamente normal perseguida por "los jinetes", hasta que llega al bosque y mientras seguimos su línea de pensamiento, nos damos cuenta que no es para nada normal. Una licántropa que huye como resultado de una guerra librada por los clanes hace algunos años atrás que acabó con el orden como se conocía, dejando a los de su especie sin hogar y casi al borde de la extinción.

El mundo es fascinante, con una construcción un tanto apresurada pero sin duda alguna completamente concisa. Las escenas están muy bien logradas, la ortografía tiene uno que otro traspié, pero no del todo relevante.

Los personajes valen ser enumerados. Primero que nada está Veah, la madre adoptiva de Ciana y de un pequeño niño que la protagonista conoce como hermano. Es un personaje bien creado. Cumple con su perfil de madre, aun sabiendo que será desechada al primer capítulo nos damos cuenta de sus sentimientos y lo que carga en su espalda con la despedida de quien para ella es su hija.

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